Hace poco más de un mes, tras ganar en Murcia, o más recientemente al Estudiantes, el Obradoiro respiraba un clima más optimista. Dos derrotas en canchas complicadas y ante presupuestos que están muy por encima han provocado desasosiego. Más que por haber perdido, porque el equipo tuvo sus opciones, especialmente en Valencia.
La del Tuky Bulfoni, el único que vivió el anterior paso por la ACB, es una voz siempre reflexiva para buscar el análisis. Preguntado respecto a si esas oportunidades que se han escapado pueden responder a que el Obra sea un equipo de perfil académico, al que le falte algo de mala leche, no duda: «No creo que sea eso. Cada vez que me lo preguntan digo lo mismo. No sé por qué sucede, ya que de saberlo lo diría para solucionarlo. Esperamos que se termine solucionando lo antes posible. Mientras, lo que tenemos en nuestro poder es entrenar duro, como lo estamos haciendo».
El capitán no es partidario de buscar comparaciones con el equipo de hace dos años: «Quiero vivir el presente. Y el presente es que tenemos que levantar un poquito. Más que levantar, encontrar una regularidad, que es algo superimportante, entrenar y tener la cabeza puesta en lo que hay que hacer. Sabemos que esto es deporte. Y el otro día no hay que olvidar que jugamos contra un equipo fuerte que en el segundo tiempo defendió mucho más duro. No es cuestión de darle vueltas a las cosas sino tratar de hacerlas mejor y con garra. Y así acabarán saliendo. Hay que mirar que no estamos en descenso. Todavía queda mucho y seguimos dependiendo de nosotros».
Lo que no cambia en el discurso del Tuky es su querencia por pensar, antes que en ninguna otra cosa, en el equipo propio. Sabe que el Valladolid se ha reforzado, pero subraya que «más que el rival, lo importante es el Obradoiro. No sabes si te vas a encontrar un Obradoiro de once o uno de tres».
«Esto es un juego de equipo -apunta-. Hay que encontrar un buen equilibrio entre el juego interior y el exterior. Todo pasa por seguir trabajando duro».