En el seno de Raxoi es visible el enfado monumental por la actitud de Monbús, al considerar que provoca la asfixia de la Fundación. Las relaciones del gobierno local con el propietario de la empresa de transporte ya no eran fluidas y el caso de la Fundación las viene a agravar. No obstante, el problema parte del equipo de gobierno anterior, que no fue capaz de alcanzar un acuerdo de solución amigable entre las partes, lo que desembocó en la demanda y en el embargo.
La irritación en el seno municipal proviene también del hecho de que el presidente del Obradoiro, que es el propietario de Monbús, Raúl López, haya solicitado la contribución de las administraciones, entre ellas el Ayuntamiento, para salvar la situación económica del equipo de baloncesto, mientras reclama judicialmente la ejecución de una sentencia que embarga a la Fundación Compostela Deporte.