21 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.
Las relaciones del grupo de Gobierno de Santiago con el presidente del Obradoiro, Raúl López, atraviesan una fase de tirantez, pero no por el baloncesto, sino por discrepancias en otros frentes empresariales en los que se cruzan intereses de ambas partes. Ayer, el edil de Deportes, Adrián Varela, lanzó un duro mensaje al dirigente: «Me parece un poco de caradura que Raúl López le reclame a la Administración un millón de euros para el Obradoiro y luego demanda y asfixia a la Fundación Compostela Deporte». Se refiere a la petición de la ejecución de una sentencia por la que la citada fundación debe abonar algo más de 50.000 euros.
Raúl López evitó la polémica: «No quiero entrar en nada. No sé ni lo que dijo, pero no le doy importancia».