En la distancia corta, pocos podrían pensar que se trata de uno de los españoles que mayor rango ha alcanzado en la Administración comunitaria. José Manuel Silva, Cuqui para sus amigos, desliza en persona esa afabilidad tan propia de los chantadinos. Muestra un punto de humildad y trato coloquial que incluso difumina la relevancia del personaje. Es al indagar en su currículo profesional cuando aparecen las luces de una carrera estrechamente vinculada a la Unión Europea. Ingeniero agrónomo, Silva Rodríguez formó parte del selecto equipo de científicos y economistas que pilotaron la entrada de España en la Comunidad hace ya varias décadas.
En Bruselas se forjó un perfil de hombre competente, apasionado pero cerebral, profundamente conocedor de las materias en las que trabajaba. Y fue allí donde alcanzó cotas de singular trascendencia dentro de la Administración comunitaria. Fue director general de Agricultura entre 1999 y el 2005, para asumir idéntico cargo, pero al frente de I+D+i, entre el 2006 y el 2010. En todo este tiempo, de Cuqui Silva siempre se ha dicho que ha ejercido como gallego, colaborando con discreción en el desarrollo de una tierra a la que vuelve cada vez que puede. Hoy, está recogiendo los honores de toda una vida entregada al servicio público.