En Neixón se escondía un tesoro

Patricia Blanco
Patricia blanco RIBEIRA / LA VOZ

FIRMAS

CARMELA QUEIJEIRO

Hace trece años se emprendía el desbroce en la zona del castro grande

15 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Los lectores de La Voz han podido ir leyendo en los últimos años numerosas informaciones relativas al castro de Neixón. Referentes, sobre todo, a la salida a la luz de una riqueza que existe, pero que en buena medida puede permanecer oculta. El cambio de mentalidad acerca de la necesaria conservación de estos bienes ha ido parejo al aumento del número de noticias. No obstante, no hace tanto que parte de este yacimiento boirense donde se han hallado 15.000 piezas en siete años estaba escondido bajo la maleza. Era el 15 de julio de 1999 cuando este periódico dedicaba su portada a ese hecho e informaba con el siguiente titular: «Los arqueólogos rescatan el castro grande de Neixón de la basura que lo ocultaba». Desbroce de arbustos y retirada de escombros eran los prolegómenos de la exploración, las tareas previas a la excavación. En aquel momento, básicamente, las labores consistían en limpiar la zona, ya que la estructura, según se informaba, todavía subyacía debajo de un basurero. El castro grande de Neixón había permanecido durante años bajo toneladas de desperdicios y restos de obra depositados en la zona por los vecinos. Previamente, en los años setenta había sido objeto de una excavación exhaustiva por parte del profesor Acuña Castroviejo.

Actualmente, este yacimiento arqueológico barbanzano -y ello es testimonio de su importancia- está catalogado por al Xunta como Bien de Interés Cultural (BIC). Pero lo está desde no hace tanto: La Voz informaba de la consecución de dicha categoría el 20 de mayo del 2011, poco más de un año atrás. Se hablaba, con respecto a él, de «valor patrimonial único». Los campos de trabajo que han venido llevándose a cabo desde el 2003 -y que, por otra parte, también han sufrido los efectos de la crisis- han contribuido en gran medida a sacar a la luz el tesoro escondido y, también, a recuperar las estructuras. Este 2012, el arranque del campo de trabajo está previsto para agosto.