
PSdeG y BNG cargan contra la gestión del PP coincidiendo con una visita de Feijoo
16 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.A cuatro días del fin de la campaña, los políticos afrontan el esprint con un mensaje común: convencer al alto porcentaje de indecisos que revelan las encuestas. Unos para evitar sorpresas de última hora y otros para darle la vuelta al escenario. La última semana antes del 21-O arrancó temprano en Pontevedra con la visita del candidato del PPdeG a la presidencia de la Xunta. Feijoo participó en el Parador en un encuentro con emprendedores y después visitó, como titular del Ejecutivo, el centro de Amencer en Lourizán. El cabeza de lista ofreció ayudas por la contratación indefinida de los tres primeros trabajadores por parte de emprendedores.
La presencia del líder popular planeó en el desayuno informativo que celebró el PSdeG-PSOE en una cafetería de la ciudad. El secretario de Organización y número 3 por la provincia, Pablo García, citó el hospital de Monte Carrasco, el nuevo edificio del centro de hostelería Carlos Oroza, el colegio de Valdecorvos o la postura sobre Ence como los «incumprimentos» de la Xunta del PP con el municipio.
«Deberían dicir algo. Pontevedra non se merece isto. Non se pode vir só ás corridas de touros ou ao baile do Casino», dijo García, que afirmó que no son épocas de muchos compromisos, «pero priorizaremos e poñeremos prazos». A preguntas de los periodistas, el número dos de los socialistas gallegos se refirió a los sondeos. «A metade dos galegos quere un cambio de goberno e máis de 200.000 persoas que votaron ao PP non saben a quen van votar», expuso. ¿Miedo a la abstención? «É o noso gran labor. Que a xente vote sempre, por filosofía e principios».
García hizo un guiño al ascenso de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), pero dejó claro que «a alternativa real de esquerda é o PSdeG, que é quen vai pilotar o cambio». No faltó, pues, una apelación al «voto útil».
El BNG volvió a elegir una plaza pública, A Peregrina, para su lanzar su mensaje de la jornada. El portavoz nacional, Guillerme Vázquez, subrayó que la aspiración de los nacionalistas es «elemental»: «Vivir e traballar en Galiza con dignidade». El mitin en plena calle sorprendió a algunos viandantes, aunque fueron más bien pocas las personas que pararon la marcha y se quedaron a escuchar sus palabras.
Los nacionalistas se mostraron convencidos de que el domingo habrá un cambio de rumbo en Galicia e incluso aseguraron que «a chave da derrota do PP é o ascenso do BNG». Vázquez también recurrió al símil futbolístico ante la pérdida de algún escaño que vaticinan las encuestas. «Un partido non se gaña nin se perde antes de xogalo. Ímolo gañar, temos folla de ruta, un equipo conxuntado e temos detrás unha grande afección», remachó.
Al ser preguntado por el balance que deja el gobierno de Feijoo en Pontevedra, apuntó que es «semellante» al de Galicia. «É incapaz de facer un balance real. Dicir que se mellorou a sanidade ou o ensino é ter menos credibilidade que Pinocho no seu momento de esplendor», ironizó. El asunto recurrente de los contratos de Pemex también dejó otra perla. «Jasús (sic). Nunca tanto deron que falar dous barcos».