
La comparsa más emblemática no estará en el Entroido como tributo a su abanderado fallecido
03 feb 2020 . Actualizado a las 12:10 h.Estamos a las puertas del carnaval. José Manuel Corbacho (Bora, Pontevedra, 1967) es el presidente y uno de los fundadores de la comparsa Os Amoriños de Bora, constituida ahora como asociación. Tiene 23 años de historia, es la única genuinamente pontevedresa, la más emblemática, la más participativa y la más premiada del entroido. Sin embargo, este año no estará en el pregón, ni en el desfile, ni en las murgas, ni en las parodias, ni en el Ravachol. Han decidido no participar en señal de duelo y respeto al que fue su abanderado y uno de sus componentes más queridos, José González Diéguez, conocido como Pepe Brísula, recientemente fallecido.
-Amoriños no será la misma sin Pepe y el Entroido no será lo mismo sin Amoriños.
-El 2012 fue un año muy gafe para la comparsa, con accidentes, enfermedades graves de algunos de sus miembros y, en diciembre, la desgraciada muerte de nuestro abanderado, que nos dejó a todos muy tocados. Era un hombre muy conocido, muy apreciado y que participaba mucho en todo lo que hacíamos. Fue un hecho inesperado porque era una persona fuerte y saludable. Aunque él hubiera querido que siguiéramos adelante, su fallecimiento coincidió muy cerca de los carnavales y no tenemos cuerpo para bailes.
-¿Era de los miembros más antiguos?
-Estuvo desde el primer año ayudando y se incorporó al desfile el segundo año. Era de los más antiguos también en edad. Llevaba el estandarte y su presencia era muy visible en la comparsa.
-¿Cómo nació Amoriños?
-Fue en el año 1991. Estábamos en la discoteca Daniel mi tío, mi hermano, yo y dos amigos más, con nuestras respectivas parejas, y decidimos disfrazarnos. De aquella pagaban 15.000 pesetas por participar tocando música en vivo con cualquier instrumento y había que llevar un mínimo de 25 personas. Ya que vamos -pensamos-, cogemos unos tambores, unos bombos, unas turutas, unas trompetas, y a hacer ruido. Mi hermano, que es profesor del Conservatorio y de aquella ya andaba metido en la música, nos facilitó las cosas. Ese año fuimos de tuna y nos inscribimos con el nombre de Fulano de tal e uns cantos máis.
-¿Y el nombre de Amoriños de Bora, de dónde viene?
-En Bora, de donde somos nosotros, había hace años un grupos de gatitas muy conocido y reconocido que se llamaba así. Y decidimos ponerle ese nombre a la comparsa.
-¿Cuantos componentes son?
-Llegamos a ser 72 y ahora somos 60 personas. Hay familias enteras, padres, hijos y nietos. De hecho, de la familia de nuestro añorado Pepe hay tres generaciones. Y de la mía, somos mi mujer y mis dos hijos, que entraron de pequeñitos, además de tíos y hermanos. La comparsa en sí es una gran familia.
-En 23 años de historia carnavalesca tendrán muchas anécdotas.
-Muchas, muy divertidas y alguna también lamentable. La primera vez que ganamos el primer premio en el desfile, nos lo robaron. Fuimos a cenar a un restaurante de Santa Clara y después volvimos a la calle a animar el ambiente. Pagamos la cena y yo llevaba el resto del dinero del premio, con mis efectos personales, en una riñonera. Iba tocando el bombo y en Benito Corbal, de repente, me di cuenta de que ya no tenía la riñonera.
-A estas alturas ya estarían trabajando a tope. ¿Tenían ya algo preparado cuando decidieron no participar en el entroido?
-Teníamos todo comprado, el gasto estaba hecho y dejamos los trajes a medio hacer. Las telas están en la modista y nosotros ya habíamos hecho parte de los complementos (gorros, armazones, plumajes). Está en nuestro centro de operaciones de la antigua escuela de Bora y ahora tenemos que recogerlo todo y guardarlo bien para el año que viene.
-¿Nunca repiten modelo?
-Nunca. Cambiamos siempre de indumentaria y aprovechamos muy poquito de un año para otro. Conservamos todos los trajes y cuando cumplamos el 25 aniversario haremos una exposición. Nos inspiramos en revistas y vídeos de carnavales de fantasía, como los de Brasil o Tenerife, adaptados a nuestras posibilidades, claro.
-¿Los músicos son todos miembros de la comparsa?
-Todos los hombres de la comparsa tocamos algún instrumento, aunque no somos músicos profesionales. El único profesional es mi hermano, pero también hay chavalitos que se dedican a la música, sin vivir de ella. Llevamos tambores, cajas, platillos, trombón, saxo, trompeta, bombardino... Todos somos miembros de la comparsa, al contrario de otras que contratan a músicos de bandas para actuar en el entroido.
-La vistosidad y la música en vivo de las comparsas es fundamental en el desfile ¿Se sienten bien tratadas?
-La verdad es que no. Vamos apelotonadas en el desfile, porque siempre hay alguna facha que se te hecha encima con su altavoz y te desluce el trabajo. Pero no solo en el desfile. En la parodia no nos pareció bien que quitaran el premio a la música en vivo. La prefieren enlatada.
-La crisis parece hacer mella en otras comparsas que tampoco van a participar. ¿Cuanto le cuesta a Amoriños el entroido?
-Unos 15.000 euros, que aportamos los 60 miembros, desde el más pequeño hasta el mayor.
-¿Y los premio cubren gastos?
-Si son buenos y, además de Pontevedra, vas a otras localidades, sí. Hasta da para celebrar esos premios, aunque si hay que poner algo más, se pone.
-¿Cuántos premios lleva acumulados Amoriños?
-Uf. Todos los años llevamos más de un premio. Debemos ir por 50. En el desfile nos dieron 12 veces el primer premio, diez años consecutivos, además de muchos segundos y terceros. En parodias y murgas, lo mismo, todos los años cae alguno. Y también hemos ganado en Marín, en Monte Porreiro...
-¿Hay piques entre comparsas?
-Hay piques porque todas quieren ganar y a veces tenemos que oír que Amoriños es una enchufada. Lo que pasa es que hay que currárselo y ganárselo.
-¿Dónde lo pasan mejor, en el desfile, la murgas, la parodia?
-En el desfile, la participación es más formal y vivirlo desde dentro es extraordinario. En la murga te sientes artista por un día. Y la parodia se presta más al cachondeo. Este año nos dará pena ver todo desde fuera.
-El Entroido pontevedrés tiene fama ¿Qué cambiaría o añadiría?
-Para mí es el mejor. Lo que hemos pedido muchas veces es que vallen o acordonen el recorrido del desfile para que la gente no se te eche encima y los críos no te rocíen de espuma y te arranquen las plumas. ¿Añadir? ¡Que no pongan nada más, por favor! No podríamos asistir. Tenemos todo los días ocupados y no paramos desde el pregón hasta el entierro de Ravachol.
José manuel Corbacho Paz presidente de la asociación amoriños de bora
«Nos robaron el dinero del primer gran premio que ganamos»
«El 2012 fue un año gafe y la muerte de Pepe nos dejó tocados»
«Este año nos dará mucha pena ver todo el carnaval desde fuera»