Imparte clases en el Centro de Estudios Superiores de Diseño y Moda de Galicia
19 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.maribel ledo payo patronista Y DOCENTE DE LALÍN
«Unimos disciplinas ya que la moda es mucho más que una prenda de vestir»
Pudo haber sido maestra pero su mayor anhelo era trabajar lo antes posible, y al hallarse las oposiciones congeladas por aquel entonces, se decantó por un mundo que conocía desde pequeña: la moda; que pasaba por años de apogeo y gloria. Maribel Ledo Payo (Lalín, 1968) recuerda su infancia entre tejidos, botones e hilos.
-Mi madre es modista, tengo un tío y un primo sastres... Siempre estuve rodeada de gente que se dedicaba al mundo de la moda y mis juegos transcurrieron entre telas y dedales. Mi adolescencia me la pasé en los backstage de los desfiles de Luada, y vivirlo desde dentro era muy diferente. Eran tiempos en que se solicitaban patronistas por lo que cursé la carrera y tras realizar un curso de capacitación de profesorado en Madrid ya conseguí plaza en la escuela donde había estudiado en A Coruña. Cargo que compaginé con un trabajo de patronista en una empresa de textil y piel de la ciudad herculina.
-Impartió cursos para Inditex, asistió a infinidad de ferias dentro y fuera del país, es técnico FP II especialista en moda y confección, asistió a cursos de todo tipo... ¿Hay que planificar al milímetro agenda y tiempo?
-Es cierto que mi vida laboral es intensa pero no es menos cierto que intento aprovechar bien el tiempo. Así cuando nacieron mis dos hijos, Arón y Alma, pude disfrutarlos pero también fueron momentos dedicados a la formación.
-Vivió años dorados y esplendorosos de la moda...
-Fueron años de mucho trabajo, de asistir a ferias nacionales e internacionales (Bolonia, Milán, Florencia, Roma, Francia, París...), de presentar colecciones cada seis meses y preparar desfiles a acudir solamente a una única pasarela, la Pontus Veteris de Pontevedra. Las empresas no tenían presupuesto suficiente para afrontar 64 salidas como se hacía años atrás. Pasamos de viajar a quedarnos aquí, y eso fue lo que sucedió -por ejemplo- con la reconocida firma local Toypes en la que estuve como patronista siete años. La verdad es que en la zona teníamos de todo y de lo mejor. Hoy solamente queda Florentino. Personalmente pienso que el pueblo se está muriendo poco a poco. Pasamos de contar con un amplio sector de la población, el de la mujer, que trabajaba en alguna de las muchas empresas textiles que había en Lalín a tenerlas en situación de desempleadas. A la par Lalín perdió un magnífico flujo de clientes que venían de distintas localidades gallegas a comprar moda a Lalín. Todos recordamos las tiendas llenas de gentío los sábados. Nada queda ya de todo aquello. El camino de la recuperación económica no va a ser fácil. Necesitaremos bastante tiempo.
-¿Pese a todo a este sector se le presupone algún futuro?
-La recuperación, como dije, no creo que sea inmediata. La situación es muy complicada. El futuro del sector es incierto pero se está apostando por él. Prueba de ello es que, este año, en Esdemga tenemos más alumnos que el año pasado. En primero contamos con 36 matriculados; y la filosofía del centro radica en unir todas las disciplinas: arte, moda, arquitectura y crear sensaciones en el alumno, abrirle la mente ya que la moda es mucho más que una simple prenda de vestir. Buscamos que se mezcle la artesanía con la modernidad y realmente creo que lo estamos consiguiendo. Contamos con un alumnado entusiasta, creativo, con mente abierta... Ellos apuestan fuerte y creen firmemente en que fuera del territorio español tienen una salida laboral. Te puedo decir que la mayoría del alumnado intenta hacer las prácticas en el exterior, y desde el Centro de Estudios Superiores de Diseño y Moda de Galicia se les brinda todo la ayuda y colaboración para que eso sea posible.