El sol hay que disfrutarlo, tomarlo bien y, sobre todo, tomárselo en serio
08 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.A la hora de protegernos del sol, nos sabemos bastante bien la teoría, pero seguimos flojeando en la práctica. María Dolores Sánchez Aguilar (Salamanca, 1961), dermatóloga en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago, insiste en que no se trata solo de protegerse cuando vamos a la playa, sino en cualquier actividad que hagamos al aire libre. Nuestras células pierden capacidad de reparación según pasan los años, así que no juguemos con las cosas de vivir.
-Untados hasta las orejas antes ya de salir de casa...
-Exacto. Hay que echarse la crema media hora antes y ser generosos, aplicar una cantidad suficiente o bajará el índice de protección. No hay que racanear la cantidad de fotoprotector que usamos. Y no debemos ponernos la ropa justo después de echarnos la crema o se nos quedará en la camiseta.
-¿Nos fiamos de los fotoprotectores resistentes al agua?
-Este tipo de productos cada vez están mejor formulados. Pero siempre es recomendable echarse crema después de bañarse o si hemos sudado mucho. Lo mejor sería protegerse cada dos horas.
-Bebés y playa, ¿sí o no?
-Los recién nacidos no tienen que ir, incluso no deberían los menores de dos años, como mucho a última hora de la tarde y bajo una sombrilla siempre. Hay que empezar a borrar la imagen de niños sentados en la arena, horas y horas, con el cubo y la pala. Es en los primeros años cuando absorbemos más cantidad de sol, vamos dañando nuestras células y van perdiendo capacidad de reparación. La acción del sol tiene un efecto acumulativo.
-Situación tipo: compramos fotoprotector factor 50 para los niños y lo usamos todos en casa. ¿Está bien hecho?
-Si usamos una misma crema para toda la familia, que sea entonces la de índice más alto. Lo ideal es buscar el factor adecuado para cada piel. Y si hay una patología cutánea, pedirle consejo al dermatólogo. Los niños con dermatitis atópica deberían utilizar lociones con menos conservantes y menos perfume, con menos sustancias alergénicas que puedan provocar reacciones eccematosas.
-¿Cremas de supermercado?
-Si cumplen los requisitos de la Unión Europea con respecto a la formulación y a los fotoprotectores, se pueden adquirir en una farmacia, en una parafarmacia o en un supermercado.
-¿Las lociones caducan?
-Si conservamos un envase abierto del verano pasado, lo mejor es tirarlo y comprar uno nuevo, puede haberse oxidado o estar contaminado. Si está precintado no pasa nada.
-Supongamos que hemos pasado de las recomendaciones y nos hemos quemado. ¿Ahora qué? Aparte de aguantarnos y llorar...
-Hay que evaluar la quemadura. Si es de primer grado, superficial, cuidaremos la piel en extremo, aplicaremos fomentos con sustancias astringentes que ayuden a bajar la inflamación, una crema hidratante, incluso podemos necesitar un corticoide tópico. Y evitar la exposición al sol hasta que la quemadura se haya reparado completamente.
-¿Los dermatólogos sufren más que los demás en verano?
-Yo tengo dos hijos, una niña adolescente acostumbrada a usar fotoprotector que, en sus fotos de pequeña, siempre aparece con gorro y camiseta; y un hijo de quince, más blanquito y más rebelde, al cual persigo insistentemente. Por suerte, hace vela y usa neopreno, solo hay que preocuparse por la cara. Pero los dermatólogos también disfrutamos del sol.
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