El gobierno local rechaza realojar el programa Sereos ante la indignación de PP, BNG y del colectivo El Imán, que no contuvo sus reproches
15 ene 2014 . Actualizado a las 15:15 h.Han sido necesarios cuatro meses, pero al final el gobierno de Caballero ha reconocido que no tiene intención de dar una nueva sede al programa Sereos que atiende a drogadictos y excluidos. Tras el cierre del local de Elduayen, el 1 de agosto pasado, hubo promesas de buscar nueva ubicación e incluso así lo aprobó el pleno en septiembre por unanimidad. Ayer, sin embargo, el PP planteó una sede concreta que fue aprobada con los votos del BNG pero con la oposición de los socialistas.
El debate estufo trufado de tensión y seguido con interés por miembros de El Imán, colectivo que apoya a los colectivos de indigentes, sin techo y drogodependientes que acuden a Sereos. Al acabar la discusión Antón Bouzas, su coordinador, se acercó a los concejales y en tono amargo espetó a los socialistas: «¡Sois unos desvergonzados!».
Previamente, Isaura Abelairas acusó a la oposición de «hipócritas» por pedir ahora una sede «cuando estos colectivos les estorbaban. Nadie los quiere cerca porque les molestan, y a ustedes los primeros. En el momento en que intentamos moverlos aparece una comisión de afectados», se lamentó
Sin embargo, la responsable de Benestar Social no dio ni un solo argumento para rechazar la iniciativa concreta de la popular Teresa Cendón: instalar Sereos en uno de los locales del vivero de asociaciones en la calle San Francisco, actualmente disponibles «y que cuentan con informe favorable de los técnicos».
El nacionalista Santiago Domínguez se implicó en defensa de un asunto que calificó como «o máis importante do pleno». «Vostedes critican a outros e logo fan recortes na nosa cidade», acusó al gobierno socialista.
Pese al empuje de ambos grupos, el gobierno de Caballero dejó ayer claro que en este tema no piensa dar marcha atrás. A su juicio han cubierto la cuota de atención que precisan los marginados con la apertura del albergue para indigentes el año pasado, del que Abelairas se siente «tremendamente orgullosa». Pero de retirar de las calles la furgoneta en la que se atiende a la intemperie a los usuarios de Sereos nada de nada.