Un conflicto privado convertido en asunto de Estado

La Voz

FIRMAS

27 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Lo que empezó siendo un conflicto entre una empresa privada y el Gobierno argentino ha terminado convirtiéndose en un asunto de Estado.

La intermediación de los Ejecutivos español y mexicano ha resultado clave para la resolución del contencioso. Y fue así desde el momento en que Repsol se dio cuenta de que la situación no se desatascaría hasta que no entraran en escena los políticos. «El Gobierno argentino, como otros muchos de América Latina, no concibe que estos asuntos puedan resolverse solo mediante negociaciones con la empresa afectada de turno», sostienen fuentes del sector.

Por eso, el presidente de la multinacional española, Antonio Brufau, pidió al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, que trasladara a su homólogo mexicano los términos en los que posteriormente debería negociarse el acuerdo en Buenos Aires.

México, clave

El Ejecutivo de México, como propietario de Pemex, ha desempeñado un papel de mediador en el conflicto. El terreno estaba, pues, allanado para la reunión de Buenos Aires. El representante mexicano en la cita fue el secretario general de Pemex, Emilio Lozoya, mientras que la delegación española estuvo formada, además de por Soria, por el presidente de La Caixa -principal accionista de Repsol- y vicepresidente del consejo, Isidro Fainé. En representación de Repsol viajaron tres directivos, pero no su presidente. Según la multinacional española, Brufau se quedó en Madrid preparando el consejo de administración que se celebrará esta tarde. Por parte argentina acudió el ministro de Economía, Axel Kicillof.