Dejó la política tras 13 años, pero guarda grandes recuerdos de ella
06 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Ex concejala en el Concello de Santiago, ex diputada en el Parlamento gallego y ex presidenta de Nuevas Generaciones, tras trece años intensos dedicados a la política, María Seoane decidió en el 2012 aparcar esta faceta y centrarse en la profesional y, sobre todo, en la personal. Lo curioso es que detrás de esta amplia trayectoria se encuentra una joven de tan solo 32 años, por lo que el tiempo dirá si el debate partidario vuelve a llamar a su puerta.
Es compostelana allá por donde se mire. Aunque su madre es de Val do Dubra y su padre de Teo, solo abandonó una pequeña temporada la capital de Galicia cuando sus padres se mudaron al municipio teense. María vivió en la rúa Galeras cuando la mitad de los vecinos se conocían y los niños jugaban unos en las casas de los otros. Sus abuelos tenían un establecimiento de comidas en la misma calle, Romero, en el que pasaba mucho tiempo. Recuerda esa etapa como muy feliz, «era muy diferente a ahora, había mucha relación de vecindario entonces». No obstante, si una zona de la ciudad ha marcado su vida esa fue el campus, dice con razón. Y es que nació en La Esperanza, fue al colegio al Pío XII, al instituto Xelmírez I y a la Facultad de Derecho. En resumen, parte de su trayectoria vital y académica se han desarrollado en esta parte de Santiago.
En su familia nadie se dedicó a la política, lo que no impidió que desde muy joven mostrase vocación por ella, «leía, me interesaban personajes políticos, me apasiona Winston Churchill». Así que tras una charla con compañeros de facultad, a los 18 años decidió afiliarse al Partido Popular en Santiago, y en los siguientes trece años ya no paró. En su casa, sin ningún antecedente político, se tomaron bien esta decisión, «siempre nos han dejado libertad para desarrollar nuestras propias inquietudes». Afirma que, «fue una etapa muy enriquecedora. Diría que acapara muchísimo, me exprimió los trece años, pero creo que las cosas cuando las haces tienes que hacerlas con intensidad y dedicación. Además compatibilizaba la política con los estudios y el trabajo». Es curioso que pese a ello nunca quisiese estudiar Ciencias Políticas, sino que tuvo muy claro que lo suyo era el Derecho, «mi madre dice que desde pequeña. Supongo que por intentar lo que también intentaba en política, intentar cambiar algo. Lo tuve muy claro y no me arrepentí», sostiene.
Se define política de terreno y se siente especialmente orgullosa de la unanimidad lograda en el Parlamento gallego en la Ley del Voluntariado. Aunque fue concejala y diputada, admite que le gusta más la política autonómica.
Amiga del consenso
Partidaria de luchar por llegar a acuerdos, asegura que mantuvo buena relación tanto con los responsables de las juventudes socialistas como con las del BNG. Como en todas las profesiones, en la política hay de todo. Pero María afirma que a quienes más le molesta que alguien no trabaje o utilice esa profesión para su lucro personal, es precisamente a ellos, «a los que más les fastidia que haya gente que vaya a aprovecharse es a los políticos, a mi era lo que más afectaba, ver gente que no trabajaba lo que tenía que trabajar», insiste.
Compostelanos en su rincón María Seoane Romero