El COAG centra el Día de la Arquitectura en la Colonia Miño y en la operación Muralla Limpia
FIRMAS
Dice que fueron dos intentos sustanciales de lograr «una ciudad más saludable y mejor planificada»
03 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El próximo lunes se celebrará el Día Mundial de la Arquitectura, que este año tiene por lema Ciudades saludables, ciudades felices. La delegación lucense del Colegio de Arquitectos aprovecha la ocasión para poner de relieve y reflexionar sobre dos intervenciones urbanísticas que creen que fueron decisivas en la capital para intentar el diseño de «una ciudad más saludable y mejor planificada»: la Colonia Miño (las llamadas Casas Baratas) y la operación Muralla Limpia, es decir, el derribo de las casas pegadas al paramento exterior del monumento y la rehabilitación de este.
El lunes es fiesta local en Lugo. Con este motivo, el COAG limitará sus actividades a publicar en su web una valoración y perfil histórico, incluidas fotos, de las dos intervenciones urbanísticas citadas. El día 8, a las 20.00 horas, en la sede de la delegación del COAG pronunciará una conferencia Ana Goy Diz, profesora de Historia del Arte, en el campus lucense. El presidente del COAG en Lugo, Raúl Veiga, destaca que la llamada Colonia Antonio Miño Seoane fue el fruto de las primeras propuestas efectuadas, en la Segunda República, para la renovación y modernización urbana; se trataba de un nuevo concepto de ciudad. Se puso en marcha así la planificación de lo que debía ser el primer gran barrio extramuros. Se concibió como un proyecto urbanístico integral. Las viviendas se diseñaron independientes o adosadas, con sus correspondientes zonas ajardinadas. Fue un intento republicano de facilitar casa a precios asequibles a personas con economía modesta.
De la operación Muralla Limpia (1971), el COAG destaca que tuvo un carácter que podría calificarse de profiláctico, aunque no exento de tintes especulativos. Se trataba de eliminar las casas que entre los siglos XVI al XX se habían construido adosadas a la Muralla y la posterior restauración de esta. Señala que cabe preguntarse si no fue una intervención excesiva y si se debió llevar por delante edificios que durante cientos de años habían convivido con el monumento. Cree que la reconstrucción de la Muralla fue «osada».