Mildiu, botritis y granizo merman la producción de branco lexítimo

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

FIRMAS

Antonio Saborido produce <span lang= gl >branco lexítimo</span> en Esteiro (Boiro), donde posee viñas prefiloxéricas de más de doscientos años.
Antonio Saborido produce branco lexítimo en Esteiro (Boiro), donde posee viñas prefiloxéricas de más de doscientos años. CARMELA QUEIJEIRO< / span>

Nueve productores luchan en Galicia por una uva que enamora a los enólogos

23 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis productores de Betanzos, dos de Barbanza y uno de Negueira de Muñiz, en A Fonsagrada, pelean a brazo partido por sacar adelante la que para muchos es la joya de la corona de la viticultura gallega, la variedad branca lexítima. Esta uva autóctona, que con toda probabilidad fue de extenso cultivo en otro tiempo, desapareció prácticamente del mapa hasta que el esfuerzo de la Misión Biológica de Galicia del CSIC, la Fundación Juana de Vega, la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega) y estos pequeños productores consiguieron resucitarla y aprobarla para vinificación en el 2012.

Dos años después, Luis Gutiérrez, crítico en España de The Wine Advocate, la biblia mundial de los vinos, acaba de rendirse a las excelencias de esta uva, que ha destacado en su cuenta de Facebook. No es el primero. Prestigiosos enólogos se han rendido a sus encantos y la sitúan al nivel de las grandes. Pero el camino no está siendo fácil y los 9 productores de la comunidad han tenido que pelear con la botritis, el mildiu y el granizo. La producción, exigua de por sí en estos primeros pasos, se reducirá este año en torno a un 40 %. Así, las 25.000 botellas que vieron la luz en el 2013 bajarán a 15.000.

Las cepas prefiloxéricas de más de doscientos años que Antonio Saborido cuida en Esteiro (Boiro) son la demostración viva de la fortaleza que esta uva tuvo en Galicia. «Son viñas antigas de ata 40 centímetros de diámetro e pertencen á miña familia dende nin se sabe canto tempo», resume.

En Barbanza, la variedad se conoce como raposo. Con ella elaboró Antonio casi cinco mil botellas de su vino, Xirpín, el año pasado. En el 2014 «a botrite fíxonos perder un 11 %. É unha uva moi delicada, pero moi boa», explica antes de recordar que las cepas de Esteiro resistieron la plaga de filoxera que entró en España a finales del siglo XIX. «Axudou moito o terreo, que é bastante areoso».

La madera de estas cepas fue utilizada por Evega para estudiar la uva antes de que se aprobase para vinificación. Francisco Rego es técnico de esta institución. «O primeiro traballo foi identificala ben, porque estaba moi perdida», resume. Ahora hay productores en Betanzos, Barbanza y A Fonsagrada, «pero atopamos cepas illadas noutras zonas de Galicia, como a Ribeira Sacra ou a Baixa Limia, onde lle chaman temperán polo seu ciclo curto». Considera Rego que la uva debió de estar muy extendida, «e grazas a Deus o paisano conservouna».

En Evega se hicieron pruebas de vinificación para conocer sus posibilidades. «É impresionante en aroma, non ten nada que envexar ao albariño ou ao godello. Agora haberá que afinar na elaboración e a conservación», sostiene Francisco Rego, que destaca su capacidad de adaptación a muchas zonas, «incluso en altitude, grazas ao seu ciclo corto».

En efecto. Los bodegueros de Barbanza recogen el fruto a mediados de septiembre, pero no sucede lo mismo en Betanzos, donde se prolonga hasta bien entrado octubre. Pese a las 300 horas menos de sol que puede haber en el norte de Galicia respecto al sur, la calidad no se resiente porque la uva está perfectamente adaptada.

En Paderne, a un paso de Betanzos, José Luis Bouzón elabora Ribeira de Armea Branco Lexítimo, 600 botellas de un monovarietal que tiene la calificación de oro en la Guía de vinos, destilados y bodegas de Galicia del año en curso. Bouzón hace también un coupage con agudelo (2.000 botellas). «Pero este año nos va a bajar mucho la producción. Ya en julio sufrimos el mildiu, y al tener que esperar hasta tarde para vendimiar, también la botritis», explica. Al final recogieron 500 litros «de una gran calidad».

En la zona es «la mejor uva que puede haber, elaborando bien y aprendiendo, claro, porque aún no la conocemos mucho». El branco lexítimo de esta zona es «más fresco que el de O Salnés», con una acidez «similar a la del albariño». Bouzón destaca su envejecimiento en botella, «muy bueno», lo que le anima a intentar en el futuro «vinos de guarda».