Nada nuevo entre los aspirantes a la alcaldía de la capital

FIRMAS

30 nov 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Avanza el calendario y florece en los partidos la búsqueda de los candidatos idóneos para los 92 concellos de la provincia. A la espera de la consolidación, o no, de las mareas (en Ourense, mareíñas) ciudadanas y tras la espantada de Podemos con su estrategia de inhibirse en las municipales (¡el futuro de sus líderes es más importante que los anhelos vecinales!), son los partidos clásicos los que apuran los plazos para mudar parte de las percepciones que hoy expresa la encuesta de Sondaxe en La Voz.

El Bloque Nacionalista Galego ya deshojó la margarita en la capital y será Susana García, actual edila, la que lidere la lista. Es la clásica militante de una clásica organización que está ahí a lo que ésta dictamine. Era así cuando Sánchez Vidal fue el boss, lo fue cuando lideró Isabel Pérez, lo siguió siendo cuando no había liderazgo y lo será en el futuro. La regeneración de la que hablaba el BNG, incluso con la presencia de independientes, se quedó en nada. Al lado de Susana García estará, como número dos, Noa Presas, que ya iba en la lista del 2011, y Luis Seara, empleado del BNG en la Diputación. Puro continuismo.

Y a la margarita del PSOE le quedan pocos pétalos. Los 531 militantes decidirán hoy cuál de los dos Vázquez (Pachi o José Ángel) optará a la alcaldía. Tras las primarias (y más allá del hurto democrático de un debate entre candidatos), reitero lo escrito semanas atrás: «¿Qué puede esperar el ciudadano de un candidato como Barquero que se jacta de ser de la escuela de un político imputado por cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, fraude, exacciones ilegales y malversación de caudales públicos y que se fue de vacaciones pagadas por la empresa a la que le había adjudicado la basura? ¿Y qué renovación puede esperarse de Pachi Vázquez que ya era político cuando la mayoría de los jóvenes que empujan la renovación ética no habían nacido? ¿Merece Ourense un perdedor de los últimos embates electorales que ve en la capital su tabla de salvación?». La campaña no resolvió las incógnitas por lo que vale el corolario final de aquel artículo: «Me temo que el PSOE tiene que elegir entre Guatemala y Guatepeor».

¿Y el Partido Popular? Pues más allá de la recuperación en la provincia de militantes que se habían escapado a otras siglas, poco ofrece en la capital ourensana. A seis meses de las elecciones no se sabe el aspirante a alcalde. Y esto es preocupante porque significa que nadie quiere tomar esa pesada carga. Cuando había más prebendas personales que exigencias de gestión colectiva, afloraban candidatos. Ahora que las canonjías disminuyeron, huyen como ratas. No sé si por falta de estímulos, para evitar la vitola de perdedor o, en fin, porque el presidente Baltar tiene otras preocupaciones (¡no una ni dos, quizás 39.000!) que le mantienen más pendiente de lo que pueda deparar en el futuro inmediato una jueza de Lugo y un exgerente de Ourense.

¿Y Democracia Ourensana? No es un partido. Es Gonzalo Jácome y hace semanas que presentó ya su candidatura. No importa quién le acompañe. La marca es él a pesar de los reiterados intentos de Áurea Soto (la edila del PSOE que muere matando) de frenar su progresión con denuncias judiciales.