Predicando parroquia a parroquia

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

FIRMAS

MARTINA MISER

18 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre el incontable número de clasificaciones que podemos emplear para dividir en dos los tipos de clubes deportivos encontramos la que separa los equipos grandes y modestos. Los primeros nada tienen que hacer para atraer la atención y el deseo de multitud de niños de entrar en sus filas, y poder pavonearse con el escudo que tantos sueñan con lucir en una camiseta oficial y federada. Los segundos, como el Cambados Tenis de Mesa, deben tirar de ingenio, o saber aprovechar las oportunidades que se le van presentando por el camino.

En este último apartado figuran la escuelas municipales que el Cambados T.M. puso en marcha la temporada pasada en los locales sociales y casas de cultura de Castrelo, Corvillón, Vilariño y Oubiña. Una propuesta nacida de los despachos del Concello de Cambados, y acogida con entusiasmo por la entidad deportiva, que con alrededor de 55 alumnos ya comienza a disfrutar de sus buenos réditos en forma de captación de nuevos valores.

El director deportivo del Cambados T.M., Ñajo Padín, recuerda cómo se fraguó la iniciativa. «Hai ano e pico, cando estabamos negociando un novo acordo de colaboración co Concello, este nos ofreceu a posibilidade de que os nosos monitores deran clases nas parroquias, e dixemos que si». La administración local creaba una escuela municipal de tenis de mesa descentralizada, llevando su oferta a cuatro parroquias, y el club se topó de golpe con una mina de diamantes en bruto. En la que tocaba excavar desde cero, cierto es, pero con un margen de explotación potencialmente elevado en tanto no fue necesaria inversión alguna -el Concello corrió con los gastos de material, adquiriendo varias mesas de juego, palas y pelotas, además de la subvención para la puesta en marcha y mantenimiento de la escuela-.

Abrir una calle sin salida

«A iniciativa está moi ben. Hai moito rapaz interesado no tenis de mesa fóra do centro, pero que de ter que desprazarse a Cambados, non iría á nosa escola», comenta Ñajo Padín. Y «ao traballar co noso monitor os que teñen máis nivel nas parroquias anímanse a practicar máis, e a entrar no club», añade. De este modo, «conseguimos xogadores que doutra maneira non dariamos captado».

Tres ya han dado el salto

De hecho, informa el director técnico del Cambados T.M., de la docena de promesas que esta campaña trabajan en el club bajo las órdenes del indio Santosh Araswilli, tres de ellos, el 25%, provienen del primer curso de la escuela municipal de tenis de mesa impartida por el equipo local bajo el paraguas del Concello.

Una escuela, la del club, con chavales de 9 a 14 años que se van rotando en la tercera plantilla de la entidad, el Joyería Enrique de Primera División Gallega.

Abierto el curso parroquial durante todo el año a cualquier interesado, Rubén Lois, jugador del Grupo Barros de Segunda Nacional, lleva el peso de las clases en las parroquias, con la colaboración de Santosh Araswilli. Se trata de sesiones de una hora semanal, impartidas los lunes en Castrelo, miércoles en Oubiña y Vilariño -en la foto superior, sus alumnos-, y viernes en Corvillón.

Visto lo visto, no es de extrañar que desde el Cambados T.M. confíen en la continuidad de la apuesta del Concello por su escuela parroquial.