El nuevo director general breoganista alaba la gestión económica, deportiva y social del consejo en los últimos años
30 may 2024 . Actualizado a las 18:32 h.Salva Arco (Navás, Barcelona, 1984) ya ejerce como director general del Río Breogán. Avalado por tres años de brillante gestión al frente de la Fundación, el dirigente catalán asume con ilusión, responsabilidad y determinación su nuevo rol en la cúpula de un club al que llegó en el 2016 como jugador profesional después de haber pasado por más de una docena de equipos. Releva en el cargo a un Tito Díaz ahora dedicado en exclusiva a la dirección deportiva.
—Sospecho que este traspaso de poderes se fue cocinando a fuego lento. ¿Cuándo le proponen tomar la dirección general?
—Sí, evidentemente esto no fue de un día para otro. Hace ya varios meses que se puso esa opción encima de la mesa. Básicamente, lo que valoré para tomar la decisión fue la experiencia que tenía en el club porque para ejercer este cargo es imprescindible conocer bien el club desde dentro. Mi respuesta no fue inmediata, pero sí rápida, ya que, además de mi experiencia aquí, veo que tanto Tito Díaz como todo el consejo de administración están muy pendientes del club, son personas muy preparadas y me siento muy bien rodeado.
—Lo cogería por sorpresa.
—Sí, claro. Yo estaba muy enfocado en la Fundación y no esperaba que me ofrecieran un cargo de tanta relevancia.
—Dijo en su presentación que la experiencia lo avala y que podría dar ideas nuevas. ¿Llega con alguna entre manos?
—Cabe decir que yo no vengo a aquí a revolucionar nada, evidentemente. Muchas de la ideas que se van a llevar a cabo en la nueva temporada se han ido cocinando este año y en años anteriores. Al tratarse de un club pequeño, es difícil que el Breogán pueda crecer en todas sus áreas a la vez. Vamos a sacar una campaña de abonados con alguna que otra novedad, vamos a mejorar el tema de merchandising, también queremos seguir mejorando el tema de comunicación... Estamos trabajando en distintas parcelas para que club siga creciendo.
—Planificar, organizar, supervisar, dirigir... Son muchas las funciones que corresponden al director general. ¿Le impone alguna?
—Me imponen respeto todas, si bien he tenido la gran suerte de, en estos últimos tres años, hacer un súper máster avanzado con la Fundación. Para mí fue un paso muy importante, empezamos desde cero y ahí es donde realmente me he curtido. Parto con la ventaja de que ahora conozco a prácticamente todas las empresas que patrocinan al Breo y eso es un punto muy importante.
—El club pasa por un momento de plenitud. Uno de los mejores de su historia, en su opinión.
—Es una evidencia. Llevamos tres años consecutivos en la ACB, hemos hecho una más que positiva participación en Europa, a nivel económico somos un club saneado, a nivel de estructura es la más sólida desde que yo llegué hace 8 años, tenemos una afición muy implicada... Veo al Breogán muy vivo y con mucho margen de mejora en todas sus áreas.
—Le habrá dado algún consejo Tito Díaz, su antecesor.
—Lo que más valoro de él es la paciencia que ha tenido en la toma de decisiones. El cargo de director general es un cargo muy expuesto, cualquier decisión tiene mucha importancia y relevancia a nivel social y él siempre ha actuado pensando en el bien del club.
—¿Qué espera de la nueva campaña de abonados?
—Ojalá podamos seguir creciendo. Esta temporada nos quedamos cerca de los 4.500 y en la próxima a ver si podemos tener un Pazo lleno en todos los partidos. Se están haciendo esfuerzos para que el club siga creciendo y siga teniendo ese apoyo que ha sido indispensable para lograr la permanencia.
—¿Tienen pensado algo especial como reclamo?
—Estamos en ello. Tenemos alguna sorpresa, entre comillas, pero no quiero adelantar nada. Cada año hay que guardarse un as en la manga y este no va a ser diferente.
—¿Cree que debe ampliarse el aforo del Pazo?
—Ojalá pudiéramos tener el mejor pabellón posible, pero entiendo que es una de las prioridades menos importantes. Lo que tenemos que hacer ahora, lo imprescindible, es hacer las mejoras que nos pide la ACB.
—¿El nuevo presupuesto sera superior al anterior?
—Este es un tema del consejo y hay que esperar.. Este año hemos hecho un esfuerzo enorme, el desembolso económico ha sido grande, pero las cuentas están saneadas. Tenemos mucha suerte de tener la personas que tenemos en el consejo.
«La Fundación es muy necesaria para el club, sobre todo a nivel social»
El nuevo director general breoganista llevaba tres cursos al frente de la Fundación.
—Lo releva Luis Abel Taboada, que llegó hace pocos meses.
—Es un chico del que teníamos excelentes referencias, muy ligado al deporte y muy conocido y querido en Lugo. Es psicólogo, profesor... Una persona muy formada y preparada.
—¿Qué importancia tiene para el club la Fundación?
—Cada vez más. Se ha demostrado que es muy necesaria para el club, sobre todo a nivel social. Es una manera de trasladar el agradecimiento a toda esa gente que sigue el Breogán, agradecer ese apoyo reinvirtiéndolo en acciones sociales. Llevamos actividades a todos los colectivos, pero intentamos tener mayor incidencia en aquellos que más lo necesitan.
—¿Cuánto ha crecido en estos tres años que tiene de vida?
—Muchísimo. Empezamos desde cero, sin tener ni siquiera logo y mirando los dosieres para ver qué habían hecho las anteriores Fundaciones. Ahora llevamos más de 35 proyectos hechos en estos tres años, muchos de ellos han venido para quedarse, y cada vez hay más entidades que se nos pide colaboración o respaldo.
—De todos los proyectos lanzados durante su mandato, ¿de cuál se siente más orgulloso?
—Sobre todo de los relacionados con la personas y colectivos con menos oportunidades. Por ejemplo, el Proxecto Persoas, que es un proyecto de baloncesto para chicos con discapacidad menores de 21 años que no existía en toda la provincia de Lugo. Fuimos los pioneros en ofrecer baloncesto a esos chicos. Otro proyecto muy emotivo es el Grazas a vós, dirigido a las personas mayores que están en las residencias. Necesitan un cariño brutal y por muy poquito que les den, están súper agradecidas.
«Desde el primer día me enganchó el cariño de la gente»
Salva Arco llegó como refuerzo para el Breogán en el 2016 y en Lugo sigue.
—¿Qué lo enganchó?
—Desde el primer día me enganchó el cariño de la gente. Llegué al Breo en un momento regular, cuando incluso me estaba planteando dejar el baloncesto, y aquí desde el primer momento recibí mucho afecto, mucho respeto y me dieron la oportunidad de ser un hombre importante en el equipo de aquel entonces. Esos tres factores fueron determinantes para que siguiera como jugador y me quedara después de retirarme. Además, mi familia está muy a gusto en Lugo.
—Sus recuerdos como jugador aún están frescos. ¿Le sigue tirando o ya ha pasado el mono?
—Después de retirarme es cierto que los primeros meses me sentía un poco desubicado cuando venía a ver los partidos del Breogán al Pazo, pero acabé asumiendo que forma parte del proceso de un profesional. A medida que van pasando los años ratifico que la decisión que tomé en su día fue la correcta.
—Si en el 2016 le dicen que ocho años después seguiría en Lugo y como director general del Breo...
—No me lo creería. Vine con mucha ilusión, con ganas de ser un jugador importante y ayudar al club, y ni por asomo me imaginaba que seguiría aquí ocho años después y en el cargo que ocupo. Estoy muy orgulloso de lo que he conseguido y muy contento por cómo me ha ido en Lugo.
—¿Qué dice del Breogán cuando le preguntan fuera?
—Mucha gente ya sabe cómo es el Breo. Y a quien no lo sepa le diría que es mucho más que un club de baloncesto. Es una familia, un sentimiento. Es una de las suertes que tenemos y lo debemos seguir cuidando.
—Fue jugador y ahora directivo. ¿No le tira el banquillo?
—La verdad es que no. Me gusta estar relacionado con el tema deportivo, aunque me tira más esa vertiente de empresa, de gestión de grupo. Fueron 19 años como profesional en los que disfruté muchísimo del baloncesto, pero la parte esta empresarial me gusta más que la deportiva.