Charlie Moore, Darrun Hilliard y E.J Onu son nombres que deberían conformar este año la columna vertebral del Río Breogán. Si la suerte acompaña más que el año pasado y ninguno de estos jugadores tiene ningún lastre que le impida rendir a su nivel, deberíamos estar ante una buena temporada.
La plantilla es más compensada, a priori, que años anteriores. Hay jugadores que puedan anotar, defender, aportar físico y rebote. Quizás veo una dependencia importante de la figura de Toni Nakic, de que todos esperamos más tras la irregular temporada pasada, toda vez que nadie duda de su calidad. Me gusta la incorporación de Jordan Davis, ya que puede aportar en muchas de las facetas anteriormente citadas y también aportar carácter. Creo también que el tener una figura como la de Jordan Sakho en el cinco suplente es un lujo para un equipo de la zona media baja como es el Breo.
Las dudas que tengo son sobre la adaptación de los jugadores balcánicos a la liga, ya que no todos acaban teniendo el rendimiento que se espera de ellos. Otra duda que me puede surgir es la química del vestuario. Con la salida de Sergi Quintela y también de Stefan Momirov, el núcleo duro se resiente y veremos quien da un paso a adelante en liderazgo.
Confiamos también en que Veljko Mrsic sea capaz de gestionar una plantilla de más talento que el año pasado, pero también con muchos jugadores de distintas procedencias y con menos producto nacional.
El objetivo es que el sea un año tranquilo, con más alegrías y sin tantos sobresaltos y cambios en la plantilla que el anterior.