Con 33 puntos y 43 de valoración, guio hacia a la victoria al Baskonia ante un buen equipo lucense que mantuvo el tipo y tuvo opciones de ganar hasta el tramo final
19 ene 2025 . Actualizado a las 20:14 h.Chima Moneke fue el verdugo del Río Breogán en el Fernando Buesa Arena. Su colosal actuación dejó si premio el buen trabajo sobre el parqué de un conjunto lucense que confirmó las buenas sensaciones que transmite desde que Luis Casimiro cogió el timón. Los breoganistas rindieron a un buen nivel tanto en la pintura como en el perímetro, llegaron a dominar por nueve puntos en el tercer cuarto y tuvieron opciones de llevarse la victoria hasta el tramo final del partido, cuando el Baskonia cogió una decisiva renta de 10 puntos apoyado en su estrella: 97-91
Tras el particular duelo entre Toni Nakic y Chima Moneke en el arranque del partido —anotaron los 11 primeros puntos (5-6)—, cobraron protagonismo otros actores. En el Breogán, Edin Atic y Dae Dae Grant; en el Baskonia, Moneke se resistía a compartir el foco. El conjunto local, con las secuelas del exigente partido jugado 48 horas antes en la Euroliga, huía de las prisas por coger vuelo. Trataba de llevar la contienda a un escenario sereno en el que decidiera el talento, y el Breo aceptaba la propuesta confiando en su defensa y la inspiración de sus mejores hombres. Las transiciones brillaban por su ausencia y en el ataque estático era ligeramente mejor que el Baskonia porque tiene más recursos a los que agarrarse. A poco más de tres minutos para el final de la primera manga debutó Arturs Kurucs, recién aterrizado en Lugo y que falló los dos triples que lanzó.
Con dos tiros libres de Mavra y una penetración de Hilliard, además de un buen trabajo bajo su canasta, el conjunto breoganista empató el choque (22-22) en los primeros compases del segundo acto. El Breo, convincente en defensa y en el control del rebote, consumaba la remontada con una buena acción de Erik Quintela al límite de tiempo. El duelo entró entonces en una fase áspera en la que anotar era un suplicio. Por parte lucense insistía Nakic y en los baskonistas la responsabilidad estaba más repartida. El guion no cambiaba y los celestes estaban cada vez más cómodos en esos derroteros. Amenazaron con despegar (32-38), pero el Baskonia lo evitó desde el triple. Al descanso, tablas y sensaciones esperanzadoras en el equipo de Lugo después de 20 minutos de superioridad visitante en el rebote (17-23) y en los puntos en la pintura (12-16).
El ritmo dio un estirón en el tercer cuarto, que arrancó con el Baskonia pletórico desde el triple y un Breogán crecido que forzó el tiempo muerto de Pablo Laso con un parcial de 0-7 (49-54). Grant abrió todavía más brecha y estableció la mayor diferencia del partido (52-61). Momento de crisis en los locales que resolvieron en un pispás con sendos triples de Luwawu-Cabarrot y Markus Howard y un 2+1 de Donta Hall (61-61). Howard había entrado en combustión y eso era un serio problema para los hombres de Luis Casimiro, que sufrieron un nuevo triple de la estrella local cuando la bocina indicaba el final del tercer parcial (70-66).
Creció aún más la intensidad en el último período. Técnica a Pablo Laso, un par de revisiones arbitrales en el monitor y una lucha titánica bajo los aros en la que Egbunu trataba de imponer su músculo. Después de tres minutos y medio, Luis Casimiro tuvo que parar el choque luego de un triple de Baldwin porque su equipo se había encogido en un escenario más agitado (81-71). Volvieron Hilliard y Grant al parqué para dotar al perímetro de más pólvora y Egbunu explotaba su envergadura bajo el aro contrario, pero Moneke se encargaba de mantener bien alejados a los celestes en el marcador. A tres minutos del final, la diferencia era de 12 puntos: 91-79. Al Breo solo le quedaba el milagro. Lo buscó, pero con escaso éxito y el botín se lo quedaron los de casa.