Darío Brizuela: «Siempre he jugado de una manera que sea atrevida, sin miedo a fallar»

MILLÁN GÓMEZ

FORZA BREO

FCB

La magia del base-escolta es esencial en el Barcelona, rival del Breogán este domingo

01 mar 2025 . Actualizado a las 22:45 h.

Darío Brizuela Arrieta (Donostia-San Sebastián, 1994) cumple su segunda temporada en el Barça. Un base-escolta capaz de cambiar partidos, de enorme talento individual por su manejo y su capacidad de anotación penetrando, anotando de media distancia y también desde la línea de tres. El Breogán visita al Barcelona este domingo en el Palau Blaugrana (17  horas, Movistar Deportes 2). 

—¿Cómo se encuentra jugando como base? Está promediando más asistencias que la temporada pasada. 

—No es lo más cómodo para mí. He jugado más de una vez en esa posición habiendo bajas en la plantilla. Intento adaptarme un poco a lo que quiere el equipo en ese momento sin perder mi forma de jugar. El otro día fue complicado porque te enfrentas a probablemente el mejor base de Europa, que es (Facu) Campazzo, que te presiona y te exige mucho. Intento ayudar sin complicarme demasiado y esperando que vuelvan efectivos para volver un poco a mi forma natural.

—¿El partido de esta Euroliga en Mónaco fue el mejor de sus dos temporadas en el Barça?

—Pues sí, en anotación seguro. He tenido más partidos en donde igual hice un partido más completo, pero sí que fue un partido muy importante y quizás un punto de inflexión para mí en la temporada. No me centro mucho en eso, intento pensar en el siguiente porque aún nos quedan muchísimos partidos por jugar y estamos en la situación que estamos.

—Está teniendo un 45,2 % de acierto en Euroliga en triples. ¿A qué se debe?

—Este año estoy tirando más tiros solo por la forma de jugar que tenemos. No me centro demasiado en eso. Al final, son rachas y he tenido racha de partidos de estar muy bien. Eso se pondrá en su lugar como siempre, casi siempre estos números vuelven a su estado original (se ríe). Ahora que estoy jugando a un buen nivel voy a intentar seguir. El último partido en Euroliga hice un cero de tres (se ríe). Para mí, es relativamente irrelevante.

—Usted es un jugador de vieja escuela, muy callejero. Creo que el público se identifica con un jugador como usted. ¿Tiene esa sensación?

—(Sonríe) Agradezco esas palabras porque no las suelo escuchar, así que muchas gracias. Me acuerdo que mis padres siempre me decían lo mismo cuando yo iba a jugar un partido: "Disfruta y haz que disfrutemos". Y me lo tomaba muy a pecho, quería que mis padres se lo pasaran bien viéndome jugar. Entonces, siempre he intentado jugar de una manera que me gusta a mí, que le guste a mis padres, que sea atrevida, sin miedo a fallar. Y es lo que me ha llevado a ser también el jugador que soy. A lo mejor sin esas características no hubiese llegado con el físico que tengo. Me alegra que a la gente le guste cómo juego porque para mí es lo más importante. No dejamos de ser un espectáculo y si la gente no se lo pasa bien no nos va bien en el negocio. 

—Lalo Alzueta dice de usted: "Darío te hace todo el lío". ¿No cree que le define muy bien en el sentido de que es capaz de cambiar partidos y dinámicas?

—Sale alguna vez, pero en el momento en el que estoy en mi carrera intento ahora ser un jugador más sólido sin necesidad de solo aparecer en días donde el partido está atascado, pero sí que es verdad que cuando tengo un buen día siento que me sale todo, que meto canastas muy difíciles. Mi evolución como jugador, sobre todo ahora en un club de la exigencia del Barça, es la de ser más sólido y no depender solamente de tener el día.

—Jugó en el Peñas Huesca en LEB Oro 2014-2015. ¿Qué le aportó esa temporada en su desarrollo?

—Fue muy importante. Fue la primera vez que salí de mi zona de confort porque antes estuve jugando en la cantera en Estudiantes, donde te cuidan más y están más centrados en tu evolución para llegar al primer equipo. Ahí en Huesca fue ir a competir un año y si no jugabas bien pues no jugabas. Fue la primera vez que me sentí profesional. Fue un año muy complicado en el club porque estuvimos peleando el descenso prácticamente hasta el final. Fue de las primeras veces que me sentí con mucha responsabilidad en un club y en mi trabajo. 

—¿El primer cuarto contra La Laguna Tenerife en Copa es la línea que debe seguir el equipo?

—Es muy complicado porque hay que tener mucho acierto para jugar así, pero sí es verdad que somos un equipo un tanto irregular. Cuando estamos bien jugamos muy bien al baloncesto, pero las temporadas son largas y muchos partidos. Ahora tenemos cuatro bajas que son muy sensibles para nosotros. Es difícil mantener ese nivel. Ahora mismo, nuestro objetivo y nuestra idea es ser lo más sólidos posibles, intentar competir con las circunstancias que tenemos y no intentar emular otros partidos, sino adaptarnos a cada rival y ser competitivos.

—¿Cómo está el Barça después de la derrota contra el Real Madrid en el Movistar Arena?

—Fue un partido difícil para nosotros por las bajas, por el ritmo que tuvo. La derrota cuesta, pero el ritmo de la competición nos obliga a olvidarnos de eso y estar centrados en el partido contra el Breogán, que va a ser súper importante y también muy difícil. 

—¿Qué le falta al Barça para cerrar algunos partidos ajustados?

—Pues más frialdad e igual más solidez en defensa porque cuando el partido está igualado regalamos cosas que no deberíamos. Se han dado un montón de situaciones en donde hemos perdido el partido en detalles. Ahí está clave. Nos ha faltado suerte también. Si lo supiéramos a ciencia cierta no se repetiría. En ese sentido está siendo una temporada muy complicada porque no estamos teniendo nada de suerte. Ha habido algunos partidos que no hemos jugado bien, así que intentaremos solucionarlo.

—Joan Peñarroya fue también un exterior como usted. ¿Aprende de él? ¿Cómo es Peñarroya?

—Es muy trabajador. Se verá más o menos, pero es muy trabajador. Con la situación que estamos viendo, con tantas bajas y la complicación que tiene ser entrenador del Barça y sobre todo si las cosas no van bien, él ahí sigue al pie del cañón y trabajando para nosotros. A mí me está ayudando, estoy haciendo probablemente mi mejor temporada desde que estoy en el Barça, estoy rindiendo bien con él. Él desde el primer día me dijo que había unos intocables para él, que era defender, intentar apretar y dar esa intensidad atrás, y que luego en ataque fuera yo mismo. Es lo que me está dejando hacer. Yo evoluciono con él, con la situación que se nos da, que estoy jugando más de base y tengo que tomar más responsabilidades. Estoy muy contento yo y estamos contentos todos con su trabajo. 

—¿Qué opinión tiene del Breogán?

—Desde que está Luis (Casimiro), al que conozco bien porque lo tuve en mi primer año en Málaga, es evidente que está jugando mejor, ahí están los resultados. Tienen jugadores muy importantes, pero la sensación que hay es que ahora es un equipo en el que todo el mundo suma. Es un equipo que juega bien y eso es muy peligroso.

—¿Cómo recuerda su trabajo con Luis Casimiro?

—Fue una relación muy buena desde siempre y simplemente porque me ha parecido siempre una persona excelente, y así ya todo es mucho más fácil. Y en lo deportivo yo tenía unas características que iban muy al tipo de juego y al resto de jugadores que teníamos como Jaime Fernández y Alberto Díaz. Era un rol muy del estilo al que tengo en el Barça ahora, que era salir desde el banquillo y demás. Ahora sí que es verdad que por las bajas estoy jugando más de base y saliendo de base, pero con Luis tenía mucha libertad para jugar en ataque, para correr, que es un poco el baloncesto que le gusta a Luis. Y tengo muy buen recuerdo de Luis por eso, por cómo jugaba y por cómo salió todo. 

«Èric Vila está teniendo una progresión tremenda»

—Jugó usted en el debut de Èric Vila con la selección. Fue contra Países Bajos en Huelva en noviembre de 2022. ¿Qué virtudes destaca de Èric?

—Lo primero que es un tío de puta madre (se ríe). Las pocas veces que coincidí con él es un tío majísimo, trabajador, que es muy importante. Siempre lo he visto con ganas de aprender y de escuchar. Ahí está teniendo una progresión tremenda, está jugando muy bien. En las ventanas cada vez está jugando mejor. Me alegro muchísimo por él.

—¿Qué recuerdo tiene de los partidos en Lugo? Incluso en LEB Oro con el Huesca y con el Estudiantes en el primero en el Pazo en ACB tras doce años. 

—Es un sitio estupendo para jugar al baloncesto, es de los sitios que hacen falta más en la ACB porque en la ACB cada vez las canchas son más frías, los pabellones son también cada vez más nuevos y el Pazo tiene esa mezcla de historia y de estar bien. Además, la afición es increíble, es un sitio en el que me encanta ir a jugar, ojalá siga muchos años porque es un sitio precioso. 

—Usted es un jugador muy valorado por su humanidad y la importancia de estar bien fuera de la pista. ¿Cómo analiza su forma de ser?

—Mi forma de ser es la educación que he recibido yo. Afortunadamente, tengo una familia estupenda, tengo un grupo de amigos que es increíble, es el que mantengo desde que tengo dos, tres y cuatro años, los amigos que vas haciendo en la guardería y en el colegio, somos el mismo grupo de amigos y eso ayuda a estar muy cerca de gente que no tiene tanta suerte como yo. Entonces, para mí ha sido muy fácil, incluso jugando al baloncesto a alto nivel y viviendo la situación socioeconómica que tengo, seguir estudiando, seguir formándome, y no solo a nivel académico, sino estar al tanto de la situación de la gente joven en este país, de las inquietudes de la gente. Para mí es natural porque estoy en contacto con ellos todo el día. Sí me parece importante para cualquier jugador que no se olvide del mundo en el que vive, que salga de su burbuja y que, en cualquier caso, siga estudiando, para mí es fundamental. Sigo estudiando todavía. ¡Es que es lo normal para mí! Cada vez que voy saltando más de sitio en sitio, conociendo a más gente veo que hay menos gente de lo que yo pensaba que hace lo mismo que yo, pero me parece fundamental que la gente, si no quiere estudiar, es su decisión, no me meto, pero que estén en contacto con la realidad es muy importante. 

—Usted es de Donosti, con tradición de baloncesto masculino y femenino, pero con mucha querencia por el fútbol, el remo y el ciclismo. ¿Se siente un poco diferente en el sentido positivo?

—Un poco sí. Sí que es verdad que mi familia siempre solo ha sido de baloncesto. Mi madre jugó a primerísimo nivel, en primera división desde muy joven. Mi padre fue entrenador. Mi tío jugó en el Baskonia. En mi familia solo ha existido el baloncesto. Pero sí es verdad que entre mi grupo de amigos de toda la vida solo hemos jugado tres al baloncesto. Entonces, sí que he sido un poco raro. Yo también soy muy futbolero. En verano, cuando voy, solo juego a fútbol con mis amigos. El baloncesto para mí es un trabajo y cuando voy a entrenar es simplemente con el foco puesto en eso y si quiero ir a disfrutar no voy a jugar a baloncesto, voy a jugar a fútbol. Entonces, un poco raro sí. Tiene sus partes  buenas y es que cuando voy a San Sebastián no me conoce nadie, voy tranquilo por la calle (se ríe).

—¿El oro en el Eurobasket 2022 fue una reivindicación de usted como jugador capaz de ser muy importante en fases finales con la selección? 

—Sí, fue la reivindicación de mucha gente, no solo de la gente menos conocida, sino de toda la selección y su conjunto porque había un cambio de generación muy importante, se pensaba que no se iba a poder competir y justo el primer año que digamos que desaparece el núcleo de estrellas que nos habían llevado a todos esos años gloriosos pues se gana el Eurobasket también. Fue un golpe encima de la mesa. Ahora seguimos todavía en ese proceso de reconstruir un poco la selección, pero fue muy importante para todos decir que, joder, incluso no siendo estrellas de la NBA, el conjunto de la selección, junto con los entrenadores, pues son capaces de competir ahí. Fue importante para todos y hasta a muchos nos ha abierto puertas a sitios mejores, como a mí. Por mis años en Málaga y con la selección he conseguido llegar al Barça. Estoy muy agradecido. 

—¿Cómo ve desde la distancia los éxitos del Unicaja, de los que usted forma parte ganando la Copa de 2023?

—Bien, me alegro por ellos porque ahí tengo un montón de gente muy cercana a mí, como Alberto (Díaz); Ibon (Navarro); Juanma (Rodríguez), el director deportivo; muchos más jugadores, gente del departamento de fisioterapia, todo gente muy cercana a mí. Y soy muy feliz por ellos. Es verdad, y no te voy a engañar, que cuando ganan una Copa en la que tú estás pues te jode porque lo que quieres es ganarla tú, pero luego ya en frío lo pienso y no puedo estar más feliz por Alberto Díaz, por ejemplo, que al final es una persona muy importante en mi vida, él lo sabe, somos amigos íntimos por encima de compañeros de trabajo. Estoy feliz por él y por toda la gente que te he nombrado.