Oriol Paulí, jugador del Lleida: «Jasikevicius me hizo crecer mucho, me hizo creer mucho en mí»

MILLÁN GÓMEZ

FORZA BREO

Fermin Rodriguez

El ex del Barcelona es un líder y un manejador en el próximo rival del Breogán

04 abr 2025 . Actualizado a las 17:46 h.

Oriol Paulí Fornells (Girona, 1994) juega su primera temporada en el Força Lleida después de un bienio en el Barcelona, con el que ganó la Liga ACB del 2023. Un alero físico, defensivo, vertical, con tiro exterior y envergadura. Ahora tiene más el balón en sus manos y ha asumido liderazgo. Su Lleida recibe al Río Breogán este sábado en el Barris Nord (18 horas, Movistar Deportes 2).

—¿Cómo se está sintiendo en el Lleida en esa faceta de manejador y asumiendo liderazgo?

—Muy bien, muy contento. Era la idea que venía buscando. Venía de dos años en el Barça donde crecí mucho, pero no pude demostrarlo en partidos y tenía ganas de ir a un sitio donde creyeran en mí, donde me dieran oportunidades desde el primer día y, sobre todo, minutos. Estoy muy contento de la decisión que tomé y de cómo está yendo la temporada. 

—¿Cómo es Gerard Encuentra como entrenador y qué le pide tácticamente?

—Gerard es un perfil de entrenador que va muy bien con mi juego. Soy un jugador muy rápido, me gusta mucho jugar al contraataque y el estilo de Gerard es el mío. Eso también influyó en la decisión de venir aquí. Él tenía muy claro cómo quería jugar y cómo quería que yo ayudara al equipo. Me gustó su idea y se está viendo ahora en los resultados. 

—¿Qué les está aportando James Batemon?

—De momento ha tenido un impacto muy grande en el equipo. Tiene muchos, muchos puntos en las manos, pero además entiende muy bien el juego, sabe cuándo tiene que jugar para el equipo y cuándo tiene que asumir los tiros. Nos ha dado eso. Ha habido partidos durante la temporada en los que hemos competido muy bien y nos ha faltado terminar los partidos, cerrar las victorias y con él en cancha nos ayuda mucho en asumir balones importantes y asumir tiros que muchas veces no es fácil cogerlos. 

—¿Cómo recuerda el partido de la primera vuelta en el Pazo? Usted fue decisivo siendo vertical, con tiro exterior y generando. 

—Fue un partido duro. Jugar en Lugo siempre es muy, muy complicado, una pista que siempre aprieta mucho. Nosotros hicimos un muy buen partido jugando a nuestro estilo, mucha transición y anotando muchos puntos a partir de correr al contraataque. Tuvimos acierto en los minutos finales y eso hizo que pudiéramos ganar. Fue una victoria que nos dio mucho porque ganar fuera de casa en esta liga es muy difícil. 

—Al Lleida le ha faltado un cinco puro desde la salida de Derek Cooke o algún exterior tras la marcha de Dee Bost. ¿Cómo ha sido esa gestión interna en el juego?

—Sí, tienes razón. No ha sido fácil porque, como bien dices, ha habido varios cambios y siempre hemos intentado encontrar la pieza clave en el juego interior y nos ha costado encontrarla, así que muchos jugadores han tenido que sumar mucho más de lo que estaba previsto, como es el caso de Pierre Oriola y Alex (Alexander) Madsen jugando mucho más al cinco que al cuatro. Nos ha perjudicado mucho el no tener el cinco titular, pero hemos sabido suplir esta baja con un paso adelante de muchos jugadores que quizás no era el rol esperado, pero nos ha venido muy bien. 

—Ha mejorado claramente su promedio de asistencias. ¿Por qué?¿Aprendizaje, evolución, confianza del cuerpo técnico, minutos? 

—Sí, son muchos factores que hacen que crezcas como jugador. Estas dos temporadas en el Barça, el competir cada día con los mejores jugadores de Europa te hace crecer mucho a ti individualmente. Tuve la suerte de tener un entrenador que si algo hacía bien era pasar muy bien el balón y entender muy bien el juego, como fue Saras (Sarunas) Jasikevicius, y ahora se están viendo los resultados de ese aprendizaje. Evidentemente, luego eso va ligado a muchos otros factores como minutos y confianza del cuerpo técnico, como dices tú, que me den balones y juego para que yo pueda repartir. Me siento cómodo jugando así. 

—¿Qué opinión tiene del Breogán actual?

—Es un equipo que está haciendo una gran temporada. Desde la llegada de Luis Casimiro han sabido muy bien cuál era la idea de Luis, cuál es la manera de jugar de Luis y les ha venido muy bien. Ahora son un equipo que sabe muy bien cómo sacar provecho de todos los jugadores, se ha reforzado bien durante el año y ahora son un equipo muy peligroso. Lo ha demostrado ganando a rivales muy difíciles. 

—¿Cómo recuerda a Luis Casimiro cuando fue su entrenador en el Gran Canaria? Juntos ganaron la Supercopa en 2016.

—Luis fue un entrenador que me ha ayudado mucho. Tuve la suerte de estar con él en Gran Canaria. Siempre es de los entrenadores que destaco porque aprendí mucho y con él fue cuando di mi primer paso para demostrar en la liga que podía ser un jugador importante porque antes tenía todavía 22 años, no era fácil, pasé ese proceso de adaptación, pero con la llegada de Luis me hizo creer que podía ser importante. Confió mucho en mí. Luego tuve la mala suerte de tener una lesión muy fuerte, pero incluso cuando yo volví él siguió confiando en mí. Siempre es un entrenador del que guardo muy buen recuerdo y mucho cariño. 

—¿Algún jugador del Breogán le gusta especialmente?

—(Darrun) Hilliard es un jugador en el que todos los exteriores nos reflejamos, es capaz de anotar, de asistir, de hacer muchas cosas en el campo. Es un jugador de los que me gusta a mí porque es alto, corpulento, zurdo. Me gusta mucho verlo jugar. Luego hay compañeros y amigos como Èric Vila y Jordan Sakho, que también llevan ya años en la liga y conozco muy bien. Son una plantilla muy equilibrada, saben muy bien a lo que juegan, que es casi más importante que tener buenos jugadores. 

—¿Su relación con Jordan Sakho comenzó en el Eurocamp de Treviso? 

—Sí. Nos conocimos ahí. Fue de esas experiencias cuando eres joven y hay mucha ilusión. Es un chico muy simpático, disfrutamos de ese tiempo ahí. Desde siempre hemos tenido una buena amistad. Siempre es divertido jugar contra él, volver a vernos. 

—¿Qué destacaría de Thomas Bropleh? Es compañero suyo de posición y jugó en el Breogán.

—Es un muy buen compañero, estamos disfrutándolo mucho esta temporada. Es capaz de anotar en cualquier situación y, sobre todo, cuando más calientes son los partidos o cuando nadie quiere la pelota él es capaz de asumir con mucha responsabilidad. Esta temporada nos está dando momentos muy buenos. Nos ayuda muchísimo. Estoy muy contento de ser su compañero de equipo. 

—¿Cómo valora sus dos temporadas recientes con dos entrenadores diferentes en el Barça después de haberse formado previamente en su cantera?

—Una experiencia increíble que voy a llevar conmigo toda la vida. El sueño de poder estar en el primer equipo siempre estaba ahí desde que era pequeño y fiché por el Barça con once años. Poder haber cumplido ese sueño fue una etapa increíble, no solo yo lo disfruté, sino que toda mi familia la disfrutó. Fue como un premio a todos esos años de esfuerzo en la cantera y de crecimiento personal. Tuve dos entrenadores, como dices, muy diferentes, pero también aprendí de ambos. Sobre todo, Saras me hizo crecer mucho, me hizo creer mucho en mí. Siempre estaré agradecido, disfruté muchísimo, pude cumplir un sueño y no solo jugar en el Barça, sino ganar una Liga. 

—¿El partido de la temporada pasada en Lugo fue uno de sus mejores partidos con el Barça?

—Puede ser, sí. La temporada de Roger (Grimau) fue un poco más complicada porque era un entrenador más inexperto. Cogía un equipo como el Barça y no es fácil dar minutos y oportunidades a todos los jugadores. Yo supe aprovechar los minutos que Roger me daba. En Lugo tuve la suerte de jugar minutos y aprovecharlos, fue un buen partido para mí. Jugar con la camiseta del Barça y hacer buenos partidos siempre es como que tenía un extra de valor para mí. 

—Jugó seis temporadas en Gran Canaria y dos en Andorra la Vella. ¿Ayuda a rendir como deportista el vivir en una isla y en un país tan pequeñito y montañoso?

—Sí, la calidad de vida siempre suma al jugador para estar más a gusto en la pista. Si estás bien fuera de la pista y estás contento te ayuda a estar mejor con el equipo y en los partidos.  Como dices, he estado en ciudades muy diferentes, pero lugares muy bonitos. Tanto yo como mi familia somos de una manera que nos adaptamos siempre muy bien. Ahora estamos en Lleida y somos muy felices. Siempre intentamos aprovechar al máximo el hecho de ser jugador porque te permite poder viajar mucho y aprovechamos para conocer todas las ciudades. 

—Debutó con la selección absoluta en partidos clasificatorios para el Mundial 2019. Volvió a jugar con España en la pasada ventana de otoño. ¿Fue especial jugar en aquella selección a la que se les minusvaloró en un inicio y luego fue clave para, después, ser campeona del mundo?

—Sí, para mí fue muy especial. Además, como dices, fue la primera llamada de la selección, aunque fuera una selección B, nos llamaron así. Cumplimos el objetivo de clasificarnos cuando se dudaba mucho de nosotros, de si íbamos a conseguirlo. Fue una satisfacción muy, muy grande y también poder tener el reconocimiento de tanta gente. La selección me ayudó a ser el jugador que soy hoy en día, jugar los partidos que jugamos en ese momento me dio mucho nombre. En la selección siempre disfrutamos mucho, siempre hay muchos ojos puestos en esas selecciones. Siempre es muy bonito poder defender la camiseta de la selección y ojalá pueda hacerlo más años. 

—Usted es de Girona. Recuerdo verle como espectador en Fontajau en el play off de LEB Oro en 2022. ¿Es un objetivo jugar en el equipo de su ciudad?

—Bueno, guardo mucho cariño a la ciudad de Girona porque es mi ciudad y evidentemente al club. De momento, las cosas están yendo como están yendo, no se ha dado todavía el caso de poder fichar allí. Ahora estoy en Lleida, estoy muy feliz de estar aquí, también es una ciudad que me ha abierto los brazos y me hace sentir como en casa. De momento, estoy muy contento de defender esta camiseta y lo haré todo el tiempo que ellos quieran. 

—¿Cómo valora su participación en la NBA Summer League con Orlando Magic en 2017?

—Bien. Una experiencia muy diferente porque es una dinámica completamente diferente a la que estamos acostumbrados. Tengo como un recuerdo muy bueno y a la vez complicado. Estaba solo. Los compañeros de equipo iban más a su bola, es más individual la Summer League, te sientes como muy solo a veces, pero guardo también un muy buen recuerdo porque fue un sueño el poder vestir la camiseta de un equipo NBA, disfrutar de minutos, poder anotar una canasta.