Los visitantes fueron siempre por delante en el marcador y descolgaron a los celestes en el tramo final del tercer cuarto
25 may 2025 . Actualizado a las 19:58 h.La última función en el Pazo no dejó buen sabor al breoganismo. El Gran Canaria, un equipo más profundo y con una buena cantidad de jugadores con talento, impidió que el Río Breogán le regalara una última victoria a su incondicional hinchada. El partido fue un constante querer y no poder de los celestes, demasiado vulnerables en la pintura ante un adversario con más vías de anotación: 74-82.
Los resultados del día anterior habían restado trascendencia al encuentro. El Gran Canaria ya era equipo de play off y, como los locales, tan solo exponía orgullo sobre el parqué del Pazo. Sin mochilas de presión o necesidad en ninguno de los contendientes, el público se frotaba las manos pensando en que redundaría en el espectáculo y disfrutaría de un atractivo choque en la despedida al equipo, que cerrará el curso el próximo viernes en la cancha del Valencia.
La primera canasta del partido fue de Thomasson, Brussino convirtió el primer triple y el conjunto lucense estrenaría su cuenta después de seis ataques y algo más de tres minutos de juego. Parcial de 2-10 que menguó Kurucs desde fuera del arco de 6,75 y todavía más Touré en una meritoria recuperación. En un parpadeo habían conseguido los de Luis Casimiro enmendar su errática puesta en escena. Sin embargo, volvería a demarrar el Gran Canaria favorecido por la permisividad arbitral y la cadena de errores de un Breo con dificultades para encontrar tiros liberados y superado en el juego interior. La ventaja visitante superaba la decena (13-24) cuando restaba algo más de un minuto y medio para el término del primer parcial, al que pusieron el broche un triple de Hughes perfectamente buscado y otra canasta en el poste bajo de los forasteros, esta de Samar (18-27).
El partido se reanudó con una sucesión de triples fallados en una y otra canasta, hasta que Aranitovic dio en la diana después de los dos errores de Hughes y el de Nakic. El Breo no era capaz de rebajar la desventaja y Luis Casimiro devolvió a Grant al partido para poner luz en el camino del equipo. El base norteamericano convirtió un triple nada más reaparecer, pero seguía sin verlo muy claro Luis Casimiro, que detuvo por primera vez el partido tras la nueva muestra de debilidad defensiva bajo el aro y con 24-35 en el electrónico. El tiempo muerto impulsó al Breo. Parcial de 5-0 con Vila como protagonista y turno de palabra para Lakovic. Vila convertía su séptimo punto consecutivo y los celestes estrechaban todavía más la diferencia (31-35) a 2,31 minutos para el descanso. Eran, sin duda, los mejores momentos en el partido de los anfitriones, que consumaron un parcial de 12-5 desde el tiempo muerto de Casimiro para alcanzar el ecuador del partido muy cerca del adversario en el marcador (36-40). Al descanso, el Breo solo había lanzado cinco tiros libres, por 19 del Gran Canaria.
Los celestes volvieron al parqué lanzados e igualaron el resultado en 90 segundos con cuatro puntos consecutivos de Aranitovic. Contestaron los insulares con un parcial de 0-6 y el choque entró en una fase de intercambio de canastas que decidió cortar Luis Casimiro porque la pintura seguía siendo un buen filón de canastas para los de Lakovic. El triple de Homesley volvía a abrir una buena brecha en el electrónico (48-58) y el Breo se agarraba a los triples para reengancharse de nuevo al partido. Acertaron Nakic y Kurucs, pero los visitantes esgrimían más y mejores recursos y dieron un buen mordisco al marcador en el tramo final de la tercera manga. A solo 10 minutos para la conclusión del encuentro, ya eran pocos los aficionados en el Pazo que creían en la victoria de los suyos (53-72). Ni el equipo ni los árbitros les daban motivos para la esperanza.
Se esperaba un último período de trámite, pero el parcial de 12-2 en cuatro minutos devolvía la fe al equipo y a un Pazo indignado con el criterio arbitral. Se asustó Lakovic, que llamó a capítulo a los suyos. El Breo no cedía en su búsqueda de una remontada heroica y llegó a situarse a siete puntos (74-81) cuando al partido aún le quedan casi dos minutos. La grada empujaba y los de Casimiro insistían, pero todo se quedó finalmente en un buen intento.