
Asaltó el Príncipe Felipe con una inteligente y dura defensa y un ataque ágil
18 oct 2025 . Actualizado a las 23:32 h.Tras dos derrotas consecutivas ante el Lleida y el Valencia, y como colofón a una semana que comenzaba con la salida de Dario Dreznjak, el Río Breogán acudía al Príncipe Felipe con la lección bien estudiada. Contemplaba el partido ante el Zaragoza como una ocasión propicia para reivindicarse y cerrar la boca a los más impacientes ante la falta de victorias, y firmó un partido notable para llevar a cabo su propósito: 84-88.
Mihajlo Andric fue la novedad en el quinteto de Luis Casimiro, que tardó solo 11 segundos en convertir su primera canasta, con la firma de Kurucs en un aclarado. Entraban con el pie derecho en el partido los celestes, que, sin embargo, sufrirían su primer momento de crisis muy pronto. Lo aprovechó el Zaragoza para demarrar con un parcial de 9-0 que situó el 14-6 poco antes de cruzar el ecuador de la primera manga. Casimiro no paró el partido y fue Mavra quien reactivó al equipo con un triple, el primero visitante. Mejoró el Breo con la salida a escena del base croata. Del 14-6 se pasó al 16-14 con el acierto de Francis Alonso desde el arco de 6,75. El exterior andaluz se la volvió a jugar para dejar el partido en tablas, pero esta vez se quedó corto y el acto acabó con victoria local: 19-16.
Casimiro sí optó por la pausa en la nueva fase de desconcierto de los suyos. Fue en los primeros lances del segundo acto y les costó una desventaja de diez puntos (28-18). La llamada al orden del técnico surtió efecto. Ya con Russell de nuevo en la dirección, el Breogán se reenganchó en el marcador con un parcial de 0-7 (31-26) que propició el primer tiempo muerto de Jesús Ramírez. Los breoganistas eran más eficaces transitando y masticando poco los ataques posicionales. Y así, agarrado a una ofensiva más ágil, se sostuvo en el partido y alcanzaría el descanso a la par que su adversario en el electrónico: 43-43.
Andric puso al Breogán de nuevo por delante en el marcador mucho tiempo después con un triple y Sakho se fue al banquillo con tres faltas inmediatamente después. Yusta estaba pletórico, pero su acierto no era suficiente para intimidar a un Breo muy sobrio en un intercambio de golpes que nada resolvió: 67-66.
Todo se decidió en la manga definitiva, que arrancó con un parcial de 0-5 y el tiempo muerto de Jesús Ramírez. El técnico visitante volvió a detener el partido cuando el Breo se fue de siete (70-77) a través de una inteligente y dura defensa. El parcial creció hasta el 3-11, pero todavía quedaba mucho partido. El Zaragoza pisó a fondo el pedal y llevó el partido a un escenario más propicio para sus intereses, pero en el que el ejército breoganista sobrevivió tirando de carácter. Andric pudo sentenciar en un par de triples y la emoción persistió, pero los lucenses acabaron triunfando.