
Micky no es solo el cantante amable de Enséñame a cantar. Tiene un lado más rugoso que resucitó en el 2010 con La cuenta atrás. Esta noche actúa en el Garufa Club (22.30 horas, 10 euros)
08 oct 2016 . Actualizado a las 13:01 h.También en España se rescatan leyendas. En este caso, fue Jorge Explosión quien le planteó a Micky grabar un disco de garage-rock que lo situase en el presente con fuerza y vigor. El resultado fue La cuenta atrás. Y, luego, una multitud de vibrantes conciertos por toda España.
-¿Es «La cuenta atrás» una declaración de amor al rock n’ roll con el que se educó de joven?
-Sí, es eso. Descubrí el rock en Líbano, porque mi padre estaba destinado como diplomático. Con 12 años eso se arrebata totalmente.
-Dice en una de las canciones: «Soy fiel al sonido que me vio nacer».
-Claro. Yo he tenido muchas etapas. Primero con los Tonys, pero luego me puse en manos de Fernando Arbex. Él me vio como intérprete de canciones como El chico de la armónica o Enséñame a cantar. También Elvis después de sus maravillosos contoneos con el rock n’ roll hizo canciones un poco standards. No es una disculpa. Solo una justificación de un superviviente de la música.
-Claro, frente al Micky melódico, hay otro «garagero» que muchas gente lo está descubriendo ahora.
-Exacto. He podido hacer el Sonorama, he ido al Festivalle y a otros en los que veo que tengo un reconocimiento. Yo soy conocido como un estándar por la gente mayor, pero entre la juventud tengo un caché. Con Los Colosos nos divertimos, somos felices y tenemos un repertorio plagado de temas de Ray Charles, Them y canciones de Micky y los Tonys de Megatón Yeye. La gente se enrolla, da saltos y lo pasan bomba.
-¿Saben los chicos que van al Sonorama quién es Micky?
-Seguramente no tengan ni idea, pero estaban Love Of Lesbian, Los Hinds y todos esos, pero nosotros también le gustábamos. Creo en la autenticidad del directo. Lo nuestro era un placer. Yo me decía: «Si soy el abuelo de esta gente». Pues sí, y daba mejores saltos que ellos con una banda que se lo estaba pasando genial.
-Se le ve muy feliz en este etapa. ¿Se siente mejor quizá en el «undergound» que en el «mainstream»?
-Son los dos puntos en los que me he movido yo. Micky y los Tonys éramos unos cachondos. Nunca pegamos un zambombazo como Los Brincos o Los Bravos, pero sí que éramos cotizados a la hora del garage, a la hora de la base americana de Torrejón. En el mainstream he ganado mi dinero, he comprado mi casita y he podido sobrevivir durante todos estos años. Pero, si soy sincero, creo que soy un poco más feliz y esto más realizado haciendo mi rock n’ roll de toda la vida