Amaral: «Fisterra podría ser el título de una próxima canción»

FUGAS

Pasamos con ellos una tarde en la playa de Riazor, que podría dejar de ser el único rincón mágico de Galicia al que dedican un tema. Su próximo disco nos lo dirá

21 jun 2017 . Actualizado a las 09:25 h.

Vuelven a Galicia cuando se cumplen 15 años del lanzamiento del disco que los llevó a lo más alto de la música española. Tuvieron buena estrella entonces porque, como dicen en su último álbum, lo que los mantiene unidos todavía sigue vivo. Eva Amaral (Zaragoza, 1972) y Juan Aguirre (San Sebastián, 1969) se reencontrarán con el público gallego en el Coliseum de A Coruña el próximo 1 de julio. Están de gira con Nocturnal, aunque cada vez disfrutan más de los amaneceres. En una tarde en la que las nubes bajas hacen acto de presencia en el arenal de Riazor les preguntamos, en tono de broma, si es cierto eso que cantan: «¿Pasará esta niebla?». Una vez roto el hielo, la charla se prolonga en un tono a veces intimista, a veces desenfadado.

-Uno de los temas de vuestro último trabajo se titula precisamente así. ¿Hay algo que esté tapando «La Niebla»?

-Eva: Refleja un momento de incertidumbre, toda la gente tiene uno. Cuando te falta el faro que te guía. En mi caso, la canto pensando en mi madre. Habla de una búsqueda de la luz desde la oscuridad.

-«Nocturnal Solar Sessions» es, en realidad, una reedición de «Nocturnal». ¿Por qué esta re-visita?

-Juan: Cuando nos propusieron añadir algún extra para la edición europea del álbum nos dijimos: «Por qué no hacer una versión más desnuda del disco en el mismo orden». Nos metimos en el estudio e hicimos el proceso inverso a cuando grabas un álbum: empezar a quitar cosas. El resultado tenía valor en sí mismo. 

-¿Queda en el pasado el tiempo de letras ligadas a la actualidad social?

-Eva: No, y tampoco es así. En realidad, aquellas canciones de Hacia lo Salvaje estaban escritas mucho antes del 15-M. Nocturnal está más inspirado por la noche, habla de encuentros que se dan a la caída del sol, cuando el ritmo de la ciudad baja y las personas se conectan. Canta a no perder esa conexión.

-Este 2017, no solo «Estrella de mar» está de cumpleaños. «Rosita», vuestro primer trabajo, acaba de cumplir los 20. 

-Eva: Parece mentira, pero sí. Éramos unos adolescentes cuando empezamos. La música era nuestro refugio, donde éramos realmente libres. Aunque no pensamos demasiado en eso. Vivimos el aquí y el ahora.

-Juan: Lo vivimos con mucho agradecimiento al público. Además, solo tenemos siete discos, preferimos centrarnos en lo que vendrá.

-Superáis la media de años en activo de buena parte de los grupos del panorama nacional, ¿cómo se consigue?

-Eva: Solo somos dos. Es fácil ponerse de acuerdo, aunque (hace una pausa y sonríe), a veces, hay que buscar el desempate fuera. 

-Juan (responde con ironía a Eva): Hay cosas que grabo y al momento se las envío. Ella me envía otra cosa.

-La gira de «Nocturnal» se ha extendido más de lo previsto. ¿Una imposición de las discográficas para compensar la crisis en la venta de discos?

-Eva: Verdaderamente, cuando nos íbamos aproximando al final, pensamos: «¿Por qué parar esto?». El entendimiento sonoro con la banda es perfecto. Decidimos que no tenía sentido. Y aquí estamos de vuelta.

-Juan: No cambiaría tocar en directo por nada. De hecho, al principio, pensábamos que podíamos dedicarnos a viajar y tocar sin grabar discos. Éramos muy ingenuos. 

-¿Tenéis algo entre manos?

-Juan: ¿Un octavo disco? Estamos en ello. Hay ideas, pedacitos de música que no tienen letra, letras que no tienen música… El caos que precede a un disco, siempre es así.

-¿Volverá a estar presente Galicia?

-Juan: Aún no lo tenemos cerrado, pero es probable que una de las canciones del próximo disco se llame Fisterra, o Finisterre o Finisterrae. Pero no habla del punto geográfico en sí, que es precioso, sino del lugar donde termina el mundo conocido. Además, el lugar no lo elegimos nosotros ¡Lo eligieron los romanos hace muchos siglos!

-¿Todavía hay celos en Zaragoza por el tema «Riazor»?

-Juan: Creo que sí. Hubo gente que nos dijo: «¿para cuándo una canción dedicada a La Romareda». [O al Ebro, añade Eva, «¡que ya la hay!»]. Lo siento, Zaragoza es mi hogar, pero un estadio de fútbol no se compara con este mar.

-¿Por qué os atrae Galicia? 

-Juan: Hay un vínculo con la música folk, con lo Atlántico y su melancolía. Aparte de las amistades.

-¿Le da vértigo a Amaral perder las ganas de tocar en directo?

-Eva: Tengo vértigo de salir al escenario, no de perderlo. ¡Ojalá se me pasaran esos nervios! De momento, no estamos en ese escenario.

-En vuestra búsqueda de nuevos sonidos, ¿casarían bien Amaral y reguetón?

-Juan: La música y los límites no se llevan bien. Además, no estoy nada de acuerdo con demonizar el reguetón. No hay una música más elevada que otra.

-Eva: ¿Quién dijo miedo? De todas formas, nunca hemos funcionando pensando qué espera el público de nosotros, o qué espera el mercado o cosas de estas. Estos parámetros no los hemos manejado. Nos ponemos con nuestra guitarra y con nuestras limitaciones a escribir una canción. Nos hemos preocupado, de una manera muy egoísta, de expresar lo que sentíamos. El que viniera y se sintiera identificado, ¡bienvenido!

-A «Nocturnal Solar Sessions» lo definís como una amanecer luminoso. ¿Con qué extremo del día os quedáis?

-Eva: He tenido épocas bastante nocturnas. Ahora parece que ha salido un rato el sol. Y me siento a gusto.