Incuestionable referente de la música celta hecha desde Irlanda actúa en Ortigueira junto a su propia banda y con Usher?s Island
14 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.En el Olimpo celta McGoldrick ocupa un lugar central. El flautista y gaitero irlandés formó parte de Lúnasa y es componente de Capercaillie desde hace veinte años. A ello suma además una trascendente aportación individual con su propia banda, con la que mañana actúa en Ortigueira. Hoy también se subirá al escenario del festival formado parte de Usher’s Island.
-Las crónicas hablan de usted como un músico innovador. ¿Hasta dónde permite innovar la música tradicional?
-Durante las últimas dos décadas me he interesado en introducir y añadir nuevos sonidos a la música que he tocado desde que tenía 7 años. También en introducir nuevos instrumentos como por ejemplo la tabla y la trompeta india que incluí en mi álbum Fused.
-También se habla mucho de la fusión del folk con otros géneros musicales. ¿Hay límites para esa fusión?
-Soy muy abierto de mente cuando se trata de fusión. Creo que hay infinitas posibilidades y los límites se reducen al gusto personal.
-Ha grabado y girado con músicos de rock, como Mark Knopfler. ¿Es muy distinto el planteamiento a la hora de subirse a un escenario?
-No, realmente me acerco a todas las bandas y a todos los géneros de la misma manera. Me aseguro de que mis instrumentos estén funcionando, ensayo la música que han enviado y a partir de ahí trato de estar siempre abierto a probar nuevas ideas.
-¿Cuál es el reto más importante que tiene hoy la música celta?
-Nutrir a la próxima generación y enseñarles tanto como podamos, animarlos a escuchar nuestra música y jugar con ella tanto como sea posible.
-¿Qué le queda por hacer a alguien que, como usted, ha hecho tantas cosas y tan diferentes en el mundo de la música?
-Seguir practicando y trabajando. Nadie es tan bueno como para que no le quede nada que hacer. En estos momentos también estoy volviendo a la enseñanza en las escuelas locales en Manchester e impartiendo talleres musicales en Francia y Canadá.
-Se habla mucho de la conexión celta con Galicia. ¿Hasta dónde cree que llega realmente esa conexión?
-Desde el primer momento que escuché a la cantante Uxía amé su voz y sus melodías. Al instante sentí una conexión que me inspiró a escuchar más. Mis padres salieron de Irlanda a finales de los años cincuenta para buscar trabajo en Inglaterra y la música irlandesa siempre ha formado parte de mi vida. La música ayudó mucho a las personas de nuestra comunidad en los momentos difíciles. Estoy seguro de que en Galicia pasa lo mismo.
-¿Mantiene alguna relación con músicos gallegos?
-Trabajé con Budiño en un proyecto llamado Raíces Célticas con niños de escuelas de Galicia, Irlanda e Inglaterra. Fue genial. También soy un gran fan de la música de Berrogüetto.
-¿Cuál es la imagen que tiene el festival de Ortigueira en Irlanda?
-La sensación que allí se tiene es la de que Ortigueira es uno de los mejores festivales folclóricos del mundo. Yo he tocado dos veces en el festival y tengo que decir que siempre ha resultado algo fantástico.