Iván Ferreiro: «Xoel López es el otro hermano que no tuvieron mis padres»

FUGAS

WARNER / JAIME GUTIERREZ

El músico vigués lleva al Marineda Fest el tramo final de la gira de «Casa», un disco cuya felicidad se plasma sobre el escenario

07 jul 2019 . Actualizado a las 14:06 h.

Lleva en los últimos meses Iván Ferreiro una particular doble vida. A su trayectoria en solitario se le ha sumado desde el año pasado el homenaje a los Golpes Bajos, plasmado en el disco Cena recalentada y la banda que ha formado con varios de sus exintegrantes para revivir ese repertorio en directo. «Ya solo me queda un concierto en Madrid de ese proyecto, ahora estoy volcado en Casa», señala. Al Marineda Fest acudirá en modo normal, en un cartel que completan Xoel López y Pardo (A Coruña, Marineda City, jueves 11, 20.00 horas, entrada libre).

-Decía en la promoción del disco de Golpes Bajos que habían sido un grupo clave para usted. ¿Lo es ahora aún más?

-Sí, me sirvió para acercarme ya de todo a la obra de Golpes Bajos y entender cada acorde y cada letra. Supongo que con esta gira cierro un círculo con mi adolescencia y el grupo se queda en un lugar distinto de mi corazón.

­-¿Cerrar la adolescencia con muchos años de retraso, quizá?

-Un cierre de adolescencia y de un círculo que pretendía llegar a algún lugar. Aunque, bueno, los círculos se abren y se cierran todos los días. Este solo es uno más. La verdad es que la gira ha sido fantástica y lo hemos pasado muy bien.

­-Le vi hace poco en el FIV de Vilalba con gente ajena a su universo. Me decían que les parecía muy festivo, cuando yo siempre lo he asociado a la melancolía. ¿Le llama la atención esa percepción?

-Bueno, he tenido discos más melancólicos que Casa, que es un trabajo de celebración de la vida. Val Miñor también era luminoso. A la hora de hacer el repertorio este año nos dábamos cuenta de que era una elección bastante alegre y enérgica. Al final eso queda reflejado en las giras. Es curioso cómo, sin darnos cuenta, vamos pasando de un sitio a otro. La verdad es que ahora tenemos un directo muy enérgico.

­-Y muy apropiado para los pildorazos de festival de 45 minutos.

-Sí, durante muchos años me gustaba ir a los festivales y tirar hacia abajo. Creo que hacía un contrapunto respecto a otras bandas. Siempre funcionaba bien. La verdad es que no fui muy consciente de que era un repertorio alegre hasta hace un par de meses, cuando me lo comentó alguien. Para mí cantar mis canciones siempre es una celebración, sean tristes o felices.

­-Dígame un héroe musical. Que no sea Germán Coppini, claro.

-Thom Yorke. Para mí Radiohead son el top de lo que es una carrera, de lo que es hacer cada vez un disco diferente, de lo que es experimentar y evolucionar. También de lo que es conseguir energía por un lado y emoción por otro. Son mi banda y Thom Yorke en concreto, el músico.

­-¿Sigue escuchándolos? Hay muchos fans que se han desenganchado en sus últimos movimientos.

-Buff, A Moon Shaped Pool, su último disco me apasiona. Lo escucho constantemente, sigo enganchado a ellos

­-En este festival coincide con Xoel López, socio de aventuras y su amigo del alma.

-¡Estoy deseando estar allí con él!

­-Usted suele tocar su canción «Tierra».

-Este año la verdad es que no la he tocado mucho, porque no hemos tenido mucho espacio para versiones. Pero sí que es uno de los temas que están en mi cancionero. Creo que se la he robado un poquito.

-Bueno, él dice que «Tierra» no existiría con «Turnedo». En cierto modo son piezas hermanas.

-Xoel y yo nos retroalimentamos, tenemos una relación de amor y hermandad que es muy grande. Nos influimos mucho el uno al otro.

-¿Ha visto el cartel del festival? Salen los dos en blanco y negro como almas gemelas hasta en lo estético.

-Sí, Xoel es el otro hermano que no tuvieron mis padres.

-Me he topado con una entrevista suya de hace diez años en la que decía: «A los cuarenta te das cuenta de que no tienes ni idea de nada». ¿Y a los cincuenta?

-Pues aún sabes menos [risas].

-Es decir, que a los cuarenta se entra en una crisis eterna.

-No, a mí me gusta crecer. Cada año me siento mejor que el año anterior. Creo que es bueno que así sea, con la esperanza de vida que tenemos y los avances en salud. Supongo que eso de que en la juventud se quedaba todo lo mejor se decía cuando la salud te dejaba cascado a los 65. Pero actualmente uno puede mantenerse joven hasta cualquier edad. Yo no tengo la misma fuerza física que a los veinte, pero sí tengo un cerebro que funciona mejor y es mucho más efectivo.

A Coruña, Marineda City

jueves 11, 20:00 (entrada libre)