«Una vez miré al público y vi a mi mujer durmiendo»

adrián vázquez / a. a.

FUGAS

ATRESMEDIA

JJ Vaquero vuelve a Galicia el próximo día 13 de octubre de la mano de Lechazo á Feira. Estará acompañado de Touriñán, David Amor y Álex Clavero

20 sep 2019 . Actualizado a las 08:52 h.

Lechazo á feira mezclará el humor gallego y vallisoletano. Touriñán y David Amor de un lado y Álex Clavero y el propio Vaquero de otro. Este último lleva media vida dedicada a hacer reír a la gente en todo tipo de formatos y contextos. Con un humor cotidiano y sin pelos en la lengua desembarcará en A Coruña con el objetivo de sacar una carcajada a todo aquel que se encuentre entre el público. ­

-Vuelves a Galicia muy bien rodeado.

-Sí, estamos de vuelta. Un servidor, la profesionalidad de David Amor, la regularidad de Álex Clavero y el Factor X de Touriñán. Después de ver lo participativo que fue el público gallego tengo muchas ganas.

-Galicia y Valladolid son dos zonas con una gran cantidad de cómicos. ¿Hay explicación?

-Los cómicos de Valladolid emergemos gracias a Leo Harlem. Él nos aconsejaba por dónde debíamos tirar y le daba nuestros teléfonos a la gente que hacía contrataciones. En Galicia es distinto. Creo que en esta tierra hay una conexión entre público y monologuista que no hay en ningún otro sitio. El gallego crea y reclama el mismo tipo de humor.

­-Volviendo a esos inicios, ¿cómo recuerdas tu primer monólogo?

-Yo estaba en casa, con mi pareja, y me empezó a entrar un miedo horrible. Empecé a beber e hice el monólogo borracho, salió bien de casualidad. La segunda vez hice lo mismo. Después me dije a mí mismo que si quería dedicarme a esto no me podía convertir en un alcohólico. Dejé de beber antes de subir al escenario y me di cuenta de que podía improvisar, interactuar mejor con el público y hacer mejor mi trabajo.

­-¿Entonces te has desprendido de ese miedo?

-La experiencia ayuda. Aun así me pongo nerviosísimo antes de actuar, empiezo a dar vueltas y me tienen que decir que me esté quieto porque altero a mis compañeros. Mientras actúo intento pensar que lo peor que puede pasar es que la gente no se ría, que es una pena, pero tampoco es para matarse.

-De cualquier manera, llevas 18 años como cómico, te habrá pasado de todo.

-Sí. Una vez actuando en Nerja, el público no me estaba haciendo ni caso, estaba cada uno a lo suyo. Yo estaba alzando un poco la voz pero ni así. En un momento dado, miro a la primera fila y me encuentro a mi mujer durmiendo [risas].

­-Estamos en un momento donde se le saca punta a todo. ¿Te autocensuras?

-Sí. Hace años le enseñaba un chiste a mi mujer y me decía si era gracioso, ahora me dice si me puede meter en un lío. Yo estaba de gira con Dani Mateo cuando se produjo la polémica con la bandera. Los policías nos acompañaban todo el rato y la madre de Dani le llamaba al acabar la actuación por si le había pasado algo. Se pasa mal, tengo familia y no quiero problemas.

-Aun así le metes caña a la política y a la banca, por ejemplo. -Sí, eso suelo hacerlo cuando actúo en bares. Me gusta hacer reír pero también hacer pensar a la gente y que haya debate cuando se termine la actuación.

­-¿Dónde están entonces los límites de JJ Vaquero? -En el tema más complicado que me he metido es la política, no he pasado de ahí. Si te metes en un tema difícil, haz reír, pensar y sal con talento.

-En Twitter vas sin freno.

-Hablo de política y tengo faltas de ortografía. Ahí soy un punching ball [risas].