Ella Baila Sola: vuelven los gusanos en la tripa

FUGAS

Actuación de Ella Baila Sola en Cee en el 2001, el año que se disolvió el grupo
Actuación de Ella Baila Sola en Cee en el 2001, el año que se disolvió el grupo ANA GARCIA

Ella Baila Sola regresa 20 años después de su sonada separación con un concierto en Marbella y otras citas aún sin confirmar. Esta noche tenían que estar en el plató de «El Hormiguero», pero el positivo en covid de Marilia Andrés les ha obligado a entrar por videollamada

08 abr 2021 . Actualizado a las 23:04 h.

Dice el periodista Juan Sanguino que «en algún momento de los años noventa el pop español dejó de contar historias». Mantiene en su libro Cómo hemos cambiado que, acariciando el que sería el nuevo milenio, La Oreja de Van Gogh, Amaral o Álex Ubago, todopoderosos de la industria musical de aquel momento, se abandonaron a las masas cantando sobre cosas que le habían pasado a todo el mundo. La nebulosa que deja el paso del tiempo hace que muchos metan en este saco a Ella Baila Sola, quedándose únicamente con la nostalgia de los amores de barra y aquel primer contacto con la edad adulta, cuando de golpe y porrazo la rutina se cargó los gusanos en la tripa. Estos son los dos únicos estribillos que, en realidad, han resistido estoicos el paso de veinte años, el tiempo que hace que dos amigas del instituto dieron carpetazo a una aventura con la que vendieron cinco millones de discos. Y son estos dos temas, Amores de barra y Lo echamos a suertes, también, los que han recordado esta semana las redes sociales al conocerse que Marta y Marilia volvían a los escenarios el 18 de junio en Marbella. Pero, como dice su canción, No está todo perdido, pues parece que hay más conciertos cerrados para el 2021.

 De confirmarse la gira, quedará patente la vigencia de muchas de las canciones de dos chicas a las que les pasó factura el momento. Guapas, jóvenes, formales, tranquilas -y, siempre, mujeres-; vieron perjudicado su legado musical por una industria que no salía del sota, caballo y rey; que se reducía al amor romántico, cualesquiera que fueran sus caras. Pero entre su repertorio se esconden canciones llenas de carga reivindicativa, como son Mujer floreroQuiero ser tu florero con mi cintura ancha, muy contenta cuando me das el beso de la semana»-, La patera -«Que si llegas vivo te devolverán, que si llegas muerto sólo eres una noticia más» o Que se te escapa el negro -«Podría ser tu nieto, pero es tu rata con la que haces el juego que a ti te mandan»-.

SUS CAMINOS POR SEPARADO

Con 26 años, en el 2001 dejaron su carrera entre rumores de desavenencias y broncas que, aunque nunca expusieron en público, parecían dar por imposible un futuro reencuentro. Y eso que los seguidores fueron claros: muerta esta pareja, muerto su interés. Porque, una vez estas dos mujeres tomaron caminos diferentes, sus coqueteos musicales pasaron totalmente inadvertidos para el gran público. Para muestra, que probablemente poquísimos lectores sepan que el grupo intentó remontar de la mano de Marta Botía -la rubia- y dos cantantes en distintos momentos de los 2000. También se lanzó Botía a conquistar el mercado en solitario. No lo consiguió.

Marilia Andrés -la morena-, por su parte, se alejó del foco mediático y se dedicó a estudiar Historia y a cultivar su faceta de ilustradora. Todo eso trufado con esporádicas apariciones en la escena musical en forma de colaboraciones con otros artistas. Finalmente, en el 2013 sacó un disco por su cuenta que casi nadie recuerda.

Parece que están condenadas a entenderse, y eso que a lo largo de estos años ambas han reconocido que ni se hablaban. Quizás por eso Marilia, con los pies en la tierra, dijo al cerrar la etapa que las encumbró a la gloria: «No hay nada definitivo en este mundo». Y aunque parecía que la noche de hoy sería la que España vería el reencuentro de Ella Baila Sola en El Hormiguero, Marilia ha dado positivo en covid-19, lo que ha obligado a las cantantes a entrar por videollamada. Además, han revelado en el programa que se verán pocas veces antes del primer concierto, pues Marta Botía vive en Nueva York y la situación actual complica los viajes.