Arco, lo de siempre, pero menos

FUGAS

VÍTOR MEJUTO

Esta edición no pasará a la historia por su brillantez pero sí por su resistencia, asegurando su continuidad con un barniz de normalidad

15 jul 2021 . Actualizado a las 17:15 h.

El gran reto de esta edición de Arco ha sido, en términos futbolísticos, achicar espacios. Notables ausencias como Parra & Romero, Galería Alegría o la gallega PM8 y gran número de galerías foráneas. Pasillos amplios, estands desahogados y puertas que conducen a ninguna parte. Cierta metafísica ayuda.

Mengua la presencia gallega pero se consolida la galería compostelana Nordés, este año en el opening y más que probable el año que viene en el programa general. Lo hace además con artistas gallegos: Julia Huete, Pablo Barreiro y Mar Ramón, una característica históricamente más propia de una galería vasca: acudir con los suyos. Julia además se alzó con el V Premio Cervezas Alhambra de arte Emergente. De sus cinco ediciones dos han sido ganadas por gallegos, la propia Julia y el vigués Kiko Pérez. Hay alguna que otra buena noticia como el fichaje del cambadés Manolo Paz por la potente galería madrileña Max Estrella. Ver uno de sus menhires dominando la moqueta capitalina te hace sentir como en casa. Christian García Bello y Rodríguez-Méndez siguen fieles a la cita desde las paredes de Formato Cómodo.

VÍTOR MEJUTO

Álvaro Negro fue uno de los escogidos por la prestigiosa revista AD para escenificar una de sus portadas mientras que pudimos ver a Francisco Leiro esta vez acudiendo con Moisés Pérez de Albéniz.

VITOR MEJUTO

La pintura sigue siendo el refugio para momentos de incertidumbre. Notable presencia de los maestros Teo Soriano, Pere Llobera, Secundino Hernández, Guillermo Pfaff, Miki Leal, Fructuoso, Berta Cáccamo o el inclasificable Michel Pérez Pollo. Mucha pintura centroeuropea, que básicamente consiste en pintar feo para devolver belleza, y mucho cartoon, una extraña mezcla entre el aduanero Rousseau y Disney. Ni rastro de provocaciones para el telediario. Estupor entre los buscadores del titular. Lo más atractivo para la máquina mediática fue la venta al Museo de Bellas Artes de Bilbao del Guernica de Ibarrola. La Galería José de La Mano, que propició su recuperación, sigue adelante con su delicada labor revisionista. Releer es tan productivo como escribir algo nuevo.

VÍTOR MEJUTO

La sensación es que este año Arco no se ha celebrado, se ha tramitado. Hay galerías que tienen a los mismos artistas en las mismas paredes que otros años, como si no quisieran despistar a sus coleccionistas. Como cuando vas al súper y te gusta que la fruta esté siempre en el mismo sitio.

VOR MEJUTO

En febrero volveremos a Ifema otra vez, ojalá que para entonces podamos disfrutar de algo más que las anchas y seguras avenidas de esta edición.