«Diario de una tregua»: lo bien que le sientan los años a Loquillo

FUGAS

Loquillo durante un concierto en A Coruña.
Loquillo durante un concierto en A Coruña. Eduardo Pérez

Desde la primera escucha, este disco es una joya en su larga carrera discográfica

07 may 2022 . Actualizado a las 22:07 h.

José María Sanz merecería un premio literario por la creación de un personaje como Loquillo, tan icónico como necesario para entender la historia del rock español. Pero quizá el principal mérito sea haber sabido mantener y alimentar a esta creación a través de los años aportándole nuevos matices y dejando que el tiempo fuera depositando sobre él una pátina que lo situase a la altura de las más insignes figuras del Olimpo musical patrio, más allá de géneros y tendencias. Con su recién editado nuevo disco, Diario de una tregua, Loquillo no se conforma con seguir alimentando la leyenda a base de canciones indiscutibles, fácilmente amortizables en directo. Va un paso más allá y saca un disco que es, desde la primera escucha, parte fundamental de su extensísima discografía, y para el que ha vuelto a contar con Gabriel Sopeña, Igor Paskual y Sabino Méndez. Acude para ello a terrenos ya conquistados y sobradamente conocidos para el cantante. Pero es que ese es su reino, ganado a pulso. ¿Debería acaso renunciar a él? Así, el disco abre con El Rey, una de esas declaraciones de principios que retratan al personaje que tan bien se le dan a Loquillo. El título lo dice todo, ¿no? Continúa el listado de canciones con un guiño al pasado en forma de furiosa (y maravillosa) actualización de La mafia del baile, que da paso a una delicia llamada Sonríe, en la que se deja al descubierto la mella que Mink DeVille dejó en el cantante. Con tres temas, el disco ya merece la pena. Pero es que luego vendrán himnos generacionales como Somos la furia, que nos lleva hasta aquella Memoria de jóvenes airados del Balmoral; La libertad, que perfectamente podría formar parte del repertorio de Joe Strummer; o Historia de dos ciudades, un ejercicio de estilo que comprime el inicio de la novela de Dickens en una canción, para cerrar el disco con ese epitafio con ritmo marcial que es Voluntad de bien. En resumen: hay que ver lo bien que le sientan los años a algunos.

 https://www.youtube.com/watch?v=aOKNENMUDJA