El k-pop es una rueda que no deja de girar nunca, alimentando los deseos de todos estos fans: «Se está generando contenido constantemente. Hay como cuatro shows de música a la semana en Corea. Por tanto cuando sale una canción tienes un mínimo de cuatro actuaciones en televisión que puedes ir siguiendo. Es muy fácil que ellos puedan mostrar su personalidad y generar empatía con el público».
El gran icono
«BTS son el grupo número uno a nivel mundial. Fueron de los primeros que apostaron por las redes sociales, por comunicarse a través de Twitter y hacer muchos directos para interactuar con los fans», señala Mar López que también alude al alto grado de conexión emocional lograda con sus seguidores: «Ellos apostaron por el material propio y sus canciones hablan sobre los problemas de la juventud, la depresión y la salud mental. De este modo, empatizaron muchísimo con su público». Seguramente, las copias de Proof vuelen en cuanto se pongan en los estantes. Es la fiebre del k-pop, que no remite. Al contrario, sube y sube.