David Safier, escritor de «Miss Merkel»: «Los lectores me dicen que ojalá Angela tenga un matrimonio tan bonito como en el libro, se lo deseo de corazón»

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David Safier fue antes de escritor periodista y guionista de televisión
David Safier fue antes de escritor periodista y guionista de televisión Dennis Dirksen

Un día se preguntó qué haría la excanciller alemana en su jubilación. El resultado, una divertida novela policíaca que ya suma segunda parte

07 oct 2022 . Actualizado a las 15:45 h.

En una reunión con Putin, el presidente ruso le plantó al lado un perro enorme. Sabía que le daban miedo. En la ficción, Miss Merkel se tomó su venganza llamando Putin a su perro carlino. La primera entrega de las aventuras de la política alemana, un homenaje a la Miss Marple de Agatha Christie, fue un éxito mundial. David Safier (Bremen, 1966), que ya tocó el cielo literario con Maldito Karma y nos emocionó con la novela sobre gueto de Varsovia en 28 días, vuelve a meter en vereda a su particular Jessica Fletcher en Miss Merkel. El caso del jardinero enterrado (Seix Barral). En mente ya tiene una tercera entrega. ¿Estamos ante un personaje literario llamado a convertirse clásico? Safier advierte que lo suyo no son los «cosy crime», aunque a esta líder jubilada no paren de cruzársele cadáveres en su camino. 

-¿Sabe que en Galicia se está celebrando la cumbre hispanoalemana entre presidentes?

-¡No tenía ni idea! Espero que se diviertan con esos dos señores allí. Seguro que no tenían temas muy agradables que tratar, aunque parece que los españoles están en mejor situación geográfica que los alemanes en cuestión de energía.

-Su humor alemán triunfó en España con la primera Miss Merkel. ¿Repetirá éxito?

-Creo que el humor es internacional. Tengo la sensación de que los españoles están más cerca de los alemanes que los italianos, los franceses o los ingleses incluso. Obviamente, somos más fríos. Si queremos buscar las diferencias, miremos a nuestros respectivos presidentes. Los españoles son un poco más elocuentes y hablan mejor que los alemanes.

La primera entrega sobre las aventuras de Miss Merkel fue un éxito internacional. Su segunda parte, «El caso del jardinero enterrado», vuelve a situarse entre los más vendidos en Alemania y ahora también llega a España
La primera entrega sobre las aventuras de Miss Merkel fue un éxito internacional. Su segunda parte, «El caso del jardinero enterrado», vuelve a situarse entre los más vendidos en Alemania y ahora también llega a España

­-¿Leería la excanciller a Miss Merkel?

-Los libros han estado en los puestos más altos de ventas en Alemania, ella sabe que existen y sé que una de sus mejores amigas y muchos políticos de su entorno leyeron el primero. Ella, no lo creo. Igual dos hojas. Yo no leería un libro entero donde me convirtiesen en el agente 008. Eso sí. Un periódico alemán me pidió una vez que escribiese una historia de Navidad con Miss Merkel y sé de buena fe que recibe ese periódico en su casa.

-¿Estará molesta o más bien contenta?

-En la última década, esta señora ha tenido que escuchar tantas cosas sobre ella... Creo que tiene una buena coraza y me imagino que le parece divertido que la haya convertido en un personaje de ficción.

-¿Y Putin? ¿Le gustará ser su carlino?

-Más agresivo de lo que está, no creo que se ponga si se entera. No partiría de la base de que este hombre tiene humor, su forma de reírse no es nada bonita.

-La Miss Merkel de sus libros es una mujer muy entrañable. ¿Será así la real?

-En Alemania tenemos un dicho: Angela Merkel es como el tiempo, siempre está ahí. Fue canciller 16 años y antes ministra. Todo el mundo tiene la sensación de que la conoce. Me aproveché de este sentimiento de familiaridad e intenté hacerla más humana. Me pregunté cuáles son sus sentimientos íntimos, privados. La idea era convertirla en una mujer muy alejada de la imagen de Donald Trump, por ejemplo. Los lectores me dicen que esperan que Merkel tenga un matrimonio tan bonito como retrato en el libro, se lo deseo de corazón.

-Sí que parece la detective perfecta.

-Merkel tiene las mismas características que el inspector Colombo. Pasa desapercibida y fue subestimada cuando era una mujer inteligente, sutil. Estas características la convierten en una gran detective.

-¿La admira?

-Admirarla, no. Nunca la voté. Lo que me gusta de ella es la forma que tiene de hacer política. No está guiada por la testosterona. Me parece una mujer inteligente que tomó decisiones valientes, hechas de buena fe, como prescindir de la energía atómica, profesionalizar el ejército o cómo recibió a los refugiados. Me parece que fue más una canciller para el pueblo que una política para su partido. Es algo que valoro. Si vemos cómo está la política en Italia, el Reino Unido, Estados Unidos, Polonia o Hungría, ya no hace falta mencionar a Rusia, la situación es nefasta. Hubo muchas cosas negativas, pero Alemania tiene que estar agradecida de tener una canciller como Merkel. Una mujer que no fue corrupta ni populista.

-En sus libros o en sus guiones, las protagonistas son casi siempre mujeres.

-Son más emocionantes y más conscientes de las emociones que los hombres.

-¿Su objetivo es hacer sonreír al lector?

-Escribo sobre cosas que me divierten o interesan. Soy mi primer público. Miss Merkel es como un bombón dulce. Quiero que el lector se divierta descifrando el crimen, que se entretenga. No espero nada de él, lo espero del libro, que cumpla con el objetivo que me marqué al escribirlo. No es fácil. Aunque sí escribiré una tercera parte, tengo más historias en mente. Lo mío no es el género policíaco. 

-¿Que lecturas divierten a David Safier?

-Hay pocas cosas que me hagan reír en la literatura. Encuentro más cosas divertidas en la televisión. Only murders in the building, Modern Family o Ted Lasso me gustan mucho.

-¿Pone alguna línea roja al humor?

-No se puede hacer una burla de los curas que maltratan sexualmente a menores. Tampoco haría una broma sobre Mahoma. Una cosa es romper tabúes, otra hacer burlas de minorías débiles o desfavorecidas. Esa es mi línea roja.

-Como periodista que fue, ¿qué le preguntaría a Olaf Scholz y a Pedro Sánchez?

-Interesante. Sé que, les preguntes lo que les preguntes, no van a contestar de forma sensata. A Scholz le preguntaría de qué tiene miedo en lo que respecta al envío de armas a Ucrania. A Sánchez, cómo va a mitigar los efectos del cambio climático.

-¿Cumplirá su promesa y convertirá a Pedro Sánchez en un agente a lo 007?

-Es cierto [sonríe]. Tengo en mente una historia. La trama va a transcurrir en una cumbre de presidentes mundiales y Pedro Sánchez tiene ese perfil de personaje político clásico. Sí que lo contemplo. No sé si será tan carismático como Merkel y los electores volverán a elegirlo, pero, si no es él, puede ser su sustituto. O sustituta.