Comic Sans: «Nos quedamos afónicos después de cada concierto»

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Con este grupo nada es lo que parece de antemano. Se podrá ver en los conciertos que hacen en Galicia este fin de semana...

24 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La energía que Comic Sans plasman en su nuevo disco tiene algo de retorcido e imprevisto. Nada es lo que parece de antemano. Se podrá ver en los conciertos que hacen en Galicia este fin de semana. Hoy, en A Coruña con Battosai (Malavida, 21.00 horas, 10 euros). Mañana, en Ferrol con Robot Humano (Ruido, 22 horas, 8 euros). Habla Ander Redin, voz y guitarra del grupo.

—«Esta noche me voy a pillar una mierda grande para poder olvidarte», cantan en un disco que se titula «Éramos felices y no lo sabíamos». ¿Es un álbum de ruptura?

—Tiene que ver con las relaciones en general, de amor y amistad. El estilo en el que tocamos suele ir de eso.

—Un estilo que ustedes catalogan como «midwest emo», término que al no iniciado le sonará extraño.

—Es un subgénero del emo surgido en los noventa. Se trata de coger esa herencia del hardcore y juntarla con el indie y con lo que viene a ser el mathrock. Son riffs de guitarra que van con una métrica más loca y las melodías de las guitarras usando arpegios. Lo hacen bandas como Capp n' Jazz, Mineral o American Football.

—En el disco hay una suerte de punk-rock de melodías sencillas, pero que luego complican. ¿Hay una tensión buscada?

—Uno de los hechos distintivos del género son esos adornos de guitarra, arpegios atropellados y metidos, cambiando mucho de nota. A nosotros nos gusta escuchar eso y disfrutamos mucho tocándolo

—¿Un equilibro entre emoción y cerebro?

—Sí, y lo divertido es jugar con ese equilibrio. Hemos hecho dos fechas en la gira y es un gusto tocarlo. Todo el concierto es como una montaña rusa.

—Sus estribillos son de «botar por fóra». ¿Cómo se queda uno tras cantarlos en un escenario?

—Nos quedamos siempre un poco afónicos después de cada bolo. Estamos abonados a los Strepsils.

—Quien no los conozca y lea «comic sans» pensará en la tipografía más criticada de la historia. ¿Cómo se acaban llamando así?

—El cantante trabajaba de camarero. Tenía que hacer el menú del día y se puso a probar tipografías. Le hizo gracia la comic sans. Lo propuso en el ensayo. A todo el mundo le moló y ahí quedó para siempre.

—¿No les afecta ese efecto negativo?

—Es la más repudiada y rechazada de las tipografías, pero al final funciona muy bien con las personas con dislexia. Lo que todos odiamos puede tener algo bueno [risas].