Así se adelantó Orwell a «Black Mirror»

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Del ojo que todo lo ve en «1984» a que se apropien de tu vida privada para utilizarla como guion de una serie de televisión

23 jun 2023 . Actualizado a las 22:13 h.

Hace ya más de setenta años que Orwell sacó a la luz su distopía 1984. Sorprende que algo escrito en 1949 pueda ser el reflejo de lo que estamos viviendo a día de hoy. Quizás el autor era un poco más optimista con el tiempo, ya que situaba estos cambios en los años ochenta, pero lo que sí tenía claro era que tarde o temprano sus profecías se iban a cumplir.

La novela cuenta la historia de un joven llamado Winston Smith, que trabaja en lo que se llama Ministerio de la Verdad, en un Londres descrito como un mundo triste y lúgubre que vive en guerra continua con tres continentes. Además, se trata de una sociedad controlada por el Gran Hermano, un ser superior que les vigila para que no se rebelen contra el sistema o hablen mal de él. Por su parte, el trabajo del protagonista es borrar o censurar textos del pasado para emitir en el presente. Pero todo cambia cuando Smith decide aliarse contra el Gran Hermano.

El primero en llevar la idea a la televisión fue Telecinco con su programa Gran Hermano, en el que se encerraba en una casa a unos cuantos concursantes que estarían vigilados las 24 horas del día por una cámara a la que llamaron Súper. Pero la serie Black Mirror, en Netflix, decidió seguir a Orwell y trabajar en una distopía, esta vez planteada sobre un terreno liderado por la tecnología. Bien es cierto que el escritor del siglo XX describió un mundo que todavía no había sido conquistado por internet, pero, para ello, ha llegado Black Mirror con el objetivo de actualizar lo que George Orwell ya había predicho de alguna manera.

Cuidado con lo que dices, te oyen

En la sexta temporada de la serie, que se estrenó el jueves pasado en Netflix, descifran los algoritmos del Gran Hermano de estos tiempos: el teléfono móvil. Así, en uno de los episodios, el de Joan es horrible, ya hablan públicamente de que nuestros móviles pueden oír todo lo que hablamos durante el día, aunque este no esté grabando. El episodio trata de cómo la protagonista, que se llama Joan, encuentra en Streamberry, una imitación de la plataforma Netflix, una serie que trata sobre su vida casi en tiempo real. Preocupada, acude a su abogada para entender cómo es esto posible. A lo que ella le responde: «¿Sabes cuando tienes el móvil boca abajo y hablas con una amiga de desodorantes? Luego, entras en cualquier red social y te aparecen anuncios solo de desodorantes (...) Pues tú has permitido que Streamberry retransmita tu vida, al aceptar las cláusulas que te aparecían al registrarte».

De esta forma, ponen la digitalización en el punto de mira. Dando a entender que es el fin de nuestra privacidad. Como es el caso de las cookies (cláusula que aceptas para que el sitio web recuerde tu visita a cierta página), con las que dejas rastro de tus gustos y preferencias.

Son muchos los recursos orwellianos que utiliza Black Mirror para tratar de predecir el futuro si se hace un mal uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales. En cada episodio de la serie se analiza cómo algo innovador se puede corromper o corrompernos si no se hace con conciencia. George Orwell ya hablaba de estos efectos y también de las censuras para someter a la sociedad a los intereses de unos pocos.

¿Somos ya un poco todos propiedad de Google y Netflix?