Nadie es perfecto en el universo de Naoise Dolan

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La irlandesa captura las relaciones modernas en «La pareja feliz», una segunda novela que la asienta como heredera natural de Sally Rooney

14 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Luke y Celine se acaban de prometer en la primera línea que abre la novela. Así es cómo los conocemos, in media res y sin mucho más contexto que el que nos aporta la propia acción: pareja normativa que, tras un tiempo indefinido de relación, busca dar el siguiente paso en esto del amor. Será porque son felices, ¿no? Será porque se quieren, digo yo...

Si algo debe saber el lector que se enfrente a La pareja feliz (Temas de Hoy), esta segunda novela de Naoise Dolan (Dublín, 1992), es que nada nunca es lo que parece. O tal vez sí. Tal vez las cosas son exactamente lo que parecen, pero no deberíamos darlo por supuesto. Cuando uno lee a Dolan se recuerda a sí mismo los principios de la mirada crítica, del cuestionamiento y, claro, del escepticismo del que la irlandesa hace bandera. Ella, maestra en retratar esos ángulos muertos de la personalidad de los protagonistas, consigue que recordemos lo que los grandes clásicos nos enseñaron: ni los buenos son tan buenos, ni los malos, los peores.

En esta historia de amor contemporánea, rocosa y escarpada, pero frágil y dúctil, conocemos, como dijimos, a Celine y a Luke. Cada uno de ellos lleva la voz cantante en una de las partes de la ficción, pintando un retrato parcial pero muy revelador de su historia de dos. La imagen la completan Phoebe, hermana de Celine, Archie, mejor amigo del novio, y Vivian, vieja conocida también de Luke.

Las damas primero. Comienza Celine contando cómo se enamoró del que ya es su prometido, cómo se engachó, cómo esos pequeños detalles fueron tejiendo su relación y cómo, sin lugar a dudas, él la engaña con otras. Luego, cuando Luke toma la palabra, nos damos cuenta de los errores de Celine, de sus manías, de las obsesiones que acompañan a una pianista de profesión. De esas aristas que cuesta limar. ¿Es él una mala persona? Muy probablemente. ¿Lo es también ella? Habrá quien piense que sí. «Ninguno de los dos es neutral —sentencia Luke—. Que cada cual crea a quien prefiera».

Ante esta situación nace la duda: están prometidos sí, pero... ¿llegarán a casarse estos dos? Trecientas páginas separan la pregunta de la respuesta final.

Una generación al margen

De tan repetido puede llegar a ser un cliché, pero estos jovenes no se casan con nada. Figuradamente, claro.

El miedo al compromiso parece el mal endémico de una generación que antepone lo individual a lo social. Las inercias de Luke, Celine, Archie y los demás no siempre encajan con esos patrones que cortan el mundo en el que vivimos y en el que ellos quieren —pero no quieren— estar. Y todos parecen buscar esa vida normal a cualquier precio.

Celine es un claro ejemplo de ello. La protagonista, sabedora de que su futuro marido es un infiel redomado, elige ignorar las señales, no ver. Y ya saben que ojos que no ven...

Así van encajando la vida y encerrándose en sus adicciones, en sus trabajos o en unas amistades que casi les sirven de escudo. Al final, la irlandesa parece querer dejarnos una lección: no somos producto de lo que hacemos, lo que vemos o lo que queremos. Solo somos lo que nos enseñan las relaciones que forjamos y también las que hemos dejado atrás.

Desde dublín con amor

Fue otra irlandesa de las que marcan agenda, Sally Rooney —autora de Gente normal—, la que puso el ojo sobre Dolan. Rooney era editora de Stinging Fly, una revista cultural que busca aupar a nuevos talentos de las letras, cuando un extracto de la primera obra de Dolan se incluyó en uno de los números. En aquel primigenio relato ya se podía entrever que Naoise tenía una forma peculiar de mirar y analizar el mundo.

Las comparaciones son odiosas, pero la manera en la que ambas se zambullen en relaciones complejas y llenas de dilemas las coloca bajo la misma lupa. Para más inri, ambas nacieron en Dublín, estudiaron en la misma universidad, venden libros como churros y ven sus obras traducidas a la pequeña pantalla. Dos ficciones de Rooney se convirtieron en series de televisión de la mano de la BBC y Hulu y el debut literario de Naoise Dolan, Días apasionantes (Temas de Hoy), tendrá su adaptación a este formato gracias a Amazon Prime, aunque aun no se conocen detalles sobre su estreno.

Y aunque, grosso modo, ambas sigan la misma estela, en el estilo es donde se abre el abismo. Dolan define como nadie a unos personajes decididos, pero muy accesibles, con los que es fácil conectar. Luke, Celine y el resto del elenco no son perfectos pero son como son, para bien y para mal. Naoise escribe directa, analítica y rápida, con un humor irónico que suena retranqueiro. Una lectura perfecta para quienes busquen algo fresco, pero que deje poso y, claro, para los que quieran saber si habrá boda o no la habrá.