21 lecturas que cambiaron el cómic del siglo 21

FUGAS

Bajo la comercial etiqueta de novela gráfica, el noveno arte ha dado el estirón entrando en nuevos públicos, ampliando temáticas y ensanchando sus posibilidades narrativas

12 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta es una (muy personal) selección de algunos de los trabajos más destacados del siglo. Si uno está pensando en iniciarse o ampliar su biblioteca de tebeos, estas 21 obras son acierto seguro. Y no, no están todas las que son...

«Blacksad»

Juanjo Guarnido y Juan Díaz canales

 El mejor género negro del cómic mundial. Indiscutible. El despliegue por página es un espectáculo al servicio del detective John Blacksad. Es ya un clásico. Ambientado en Estados Unidos, el nivel de pulcritud es digno de orfebre. Ya van siete álbumes.

Editorial Norma. 48 páginas cada tomo.

«Los combates cotidianos»

Manu Larcenet

 Posiblemente, el creador francés más heterodoxo, desde aquí hasta la adaptación de La carretera o la exposición de sus neuras en Terapia de grupo. Aquí aborda el paso a la madurez, la paternidad, las mochilas del pasado... Las dudas. La vida, en definitiva.

Editorial Norma. 264 páginas

«NonNonBa»

Shigeru Mizuki

¿Recelo hacia el manga? Fuera prejuicios. Creadores (ya fallecidos) como Mizuki o Jiro Taniguichi (El almanaque de mi padre) llevan el cómic japonés a cumbres autobiográficas de intimidad, nostalgia, recuerdos y magia. Un puñado de historias al otro lado del mundo.

Editorial Astiberri. 416 páginas

«Wilson»

Daniel Clowes

Un prodigio exponiendo ese Estados Unidos sin edulcorantes. Wilson es un tipo poliédrico con el que es difícil empatizar. Cada pasaje es una sorpresa por la falta de pudor en la caricatura.

Editorial Reservoir Books. 80 páginas 

«Píldoras azules»

Frederik Peeters

Uno de los títulos fundacionales de la etiqueta novela gráfica social. Historia muy personal del creador belga sobre el VIH. Emociona por su naturalidad y toques de humor frente al drama.

Editorial Astiberri. 216 páginas.  

«Polina»

Bastian Vivés

Tan admirado por su obra como polémico fuera de ella, el francés Vivés es poético e hiperactivo a los lápices. Esta es su obra maestra, un delicado tributo al ballet, la enseñanza y la niñez. Con cuatro trazos ejecuta una novela gráfica de un nivel altísimo.

Editorial Diábolo. 210 páginas

«Palomar»

Beto Hernández

El resultado que saldría si se mezcla a García Márquez con un culebrón televisivo. Una novela-río a saltos, con decenas de secundarios, rompiendo los márgenes del cómic. No deja indiferente.

Editorial La Cúpula. 272 páginas  

«Ardalén»

Miguelanxo Prado

Obra maestra de Prado, con un nivel de precisión (dibujo, documentación, color...) excepcional. Una conmovedora historia alrededor de la pérdida de la memoria y la emigración, con pasajes de una imaginación desbordante. Su mejor trabajo junto a la obra maestra (del siglo XX) Trazo de tiza.

Editorial Norma. 256 páginas

«Lo que más me gusta son los monstruos»

Emil Ferris

Una proeza ejecutada con bolígrafos en páginas individuales. Un relato (se intuye que con algo de autobiografía) trepidante tras la imaginación de una niña. Acaba de publicarse su segunda parte, igual de conseguida. Innovadora y atrevida.

Editorial Reservoir Books. 416 páginas 

«Persépolis»

Marjane Satrapi 

La mujer que abrió el camino a otras creadoras dibujando su propia infancia en Irán, entre el desgarro y la ironía. Un relato en blanco y negro que veinte años después sigue intacto, llevado al cine y ahora premiado con el Princesa de Asturias. Ayuda a abrir los ojos. Si no quedan satisfechos, sigan su pista en Pollo con ciruelas.

 Editorial Reservoir Books. 352 páginas 

 «21 Century Boys»

 Naoki Urasawa

Complejísimo manga nacido justo en el inicio del siglo XXI y desarrollado en más de una decena de tomos. Una larguísima historia entre la ciencia ficción y el terror para la que hay que tener tiempo y paciencia. Monumental. 

Editorial Planeta Cómic. 416 páginas cada volumen.

«Arrugas»

Paco Roca

Llegó al mercado casi a la vez que Píldoras azules y es una obra sin la que se entiende todo el auge de la novela gráfica en español. Dio a conocer a Paco Roca, el creador que convierte en oro todo lo que toca. Retrato de la vejez a través de varios personajes. Todo funciona.

Editorial Astiberri. 104 páginas

«Pyongyang»

Guy Delisle 

Recorrido por la oscura Corea del Norte que inauguró una manera de ver el mundo a través del cómic con estos ingeniosos y muy particulares paseos por puntos calientes del planeta. Delisle tiene un don para convertir cada anécdota en algo extraordinario. 

Editorial Astiberri. 184 páginas

«Heartstopper» 

 Alice Oseman

El cómic mundial de mayor impacto tras la pandemia. Dibujo antes que serie. Una historia de amor de las de siempre, con dos jóvenes, varones, que no es lo de siempre. Un ejercicio de tolerancia, con diálogos extraordinariamente realistas. Cinco volúmenes sin apenas altibajos.  

Editorial Planeta. 288 páginas cada libro.

«Fun home»

Alison Bechdel

Y posiblemente Heartstopper no existiría sin Fun home. Alison Bechdel retrata su crecimiento y descubrimiento de la sexualidad en una casa con muchas disfunciones. Un trabajo pionero.

Editorial Reservoir Books. 240 páginas 

«El fuego» / «O lume»

David Rubín

Un pelotazo creativo del dibujante ourensano, en el que expone un mundo al borde del abismo, clímax de muchos de los temas que ha ido tocando desde aquella historias en La tetería del oso malayo. Asombroso en su desarrollo.

Editorial Astiberri / Demo (en gallego). 256 páginas.

«Blankets»

Craig Thompson

Suenan The Cure y su Just like heaven de fondo en esta enternecedora historia sobre una relación adolescente aflorando entre presiones familiares y religiosas. Auténtica.

Editorial Astiberri. 592 páginas.

«36-39 malos tiempos»

Carlos Giménez

Extraordinaria crónica de la Guerra Civil en cuatro álbumes, a través de varios episodios cotidianos. No deja prácticamente nada ni a nadie en pie. Demoledor, pero necesario.

Editorial De Bolsillo / El Patito (en gallego). 384 páginas

«Contrition»

Carlos Portela y Keko

Un gueto para violadores, abusos a través de la red, una periodista de pueblo, mucha gente con cosas que ocultar... Un puzle encajado poco a poco, un gran exponente del género noir.

Editorial Norma. 168 páginas

«El arte de volar»

Antonio Altarriba y Kim

Uno de los arranques más demoledores del cómic contemporáneo: el suicidio del padre del guionista, Antonio Altarriba. A partir de ahí, rebobina para contar qué le hizo llegar a ese punto, con las patadas que le dio la posguerra. Tiene una continuación, El ala rota, sobre su madre. Un díptico que retrata todo un siglo. 

Editorial Norma. 224 páginas

«Intrusos»

Adrien Tomine

La sencillez llevada al tebeo. Posiblemente el mejor historietista norteamericano, a medio camino entre la tira de prensa y el cómic. Una serie de historias corrientes que dejan un poso a largo plazo. Cumbre de un creador exquisito.

Editorial Sapristi. 128 páginas.