Pedro Volta: «Los magos somos unos visionarios de lo imposible»

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El ilusionista vuelve con la Galicia mágica. La octava edición del Galicia Magic Fest arranca motores el día 21 con un elenco de primer nivel

13 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia emanará magia por los cuatro costados. Un elenco de siete magos de distintas partes del mundo se dará cita por toda la comunidad desde el 21 de diciembre hasta el 4 de enero en una nueva edición (y ya van ocho) del Galicia Magic Fest, un festival internacional de ilusionismo que ha conseguido situar al territorio en el centro de la magia mundial. Cangas (21 de diciembre), Pontevedra (22 y 23), Vigo (26 y 27), Santiago (28), Ferrol (29), Lugo (30), A Coruña (2 y 3 de enero) y Ourense (4 de enero) serán las encargadas de acoger uno de los eventos más esperados de la Navidad. «Nuestra filosofía es buscar siempre números vanguardistas, que estén ahora mismo girando por todo el mundo y que sean magos de relevancia que tengan premios», explica el mago pontevedrés Pedro Volta, promotor del festival.

Al gallego, que ejercerá de maestro de ceremonias, se unirá un elenco fascinante en el que se encuentra el sueco Hakan Berg, con una parodia de un mago con palomas que resultará desternillante para los espectadores; también estará el americano Trigg Watson, una estrella emergente que llega en exclusiva a España de la mano del Galicia Magic Fest y que prefiere los iPad y los robots antes que las cartas y los conejos. Desde Austria y Rumanía llegarán los mentalistas Anca y Luca, con una propuesta única en la que aseguran no usar ningún dispositivo electrónico para comunicarse entre ellos. Un acto de manipulación que juega con la alteración del tiempo será el tema que centre el espectáculo de Hun Lee, participante de uno de los programas de televisión con los mejores magos del mundo en Corea del Sur. Además, la ilusionista francesa Lea Kyle dejará boquiabierto al público con su número de Quick Change Act, una performance moderna y única que combina velocidad, novedad, humor y un toque de glamur.

­—¿Qué se encontrarán los espectadores este año en el Galicia Magic Fest?

—Siempre intentamos incorporar a magas, pero no es fácil porque hay mucha demanda. Hacía tiempo que queríamos traer a mujeres y este año tenemos a Lea Kyle, que recientemente fue premiada con el el Mandrake, d’Or en París, que es un poco como el Óscar de la magia. Además, este año traspasaremos a la pantalla de televisión. Estamos produciendo un especial para emitir en Reyes en la Televisión de Galicia que se llamará Estrelas máxicas.

­—Hay una clara apuesta por traer a magos de talla internacional…

—Esta es en parte la filosofía. Es una gala muy excepcional y nuestro objetivo es que el público lo vea como algo único e irrepetible. Es un elenco muy difícil de unir. Y lo que buscamos es que se vea la magia desde diferentes disciplinas. Que la gente, al salir, piense: «No me esperaba que la magia tuviera tantas facetas».

­—¿Galicia está empezando a ocupar un lugar importante como capital de la magia?

—Cuando empezamos en Galicia Magic Fest, en el 2016, nadie lo hacía. Galicia es una potencia de las artes escénicas. Porque tiene muy buenos espacios escénicos, tenemos instituciones que se preocupan por cuidar y mimar la industria cultural y todo esto hace que cada vez se profesionalice más todo. Hay que conseguir que el público pague su entrada, que en este caso no son muy caras (entre los 20 y los 26 euros), y apoye también estas iniciativas. El Galicia Magic Fest se ha convertido en una tradición. Hay muchas familias que vienen todos los años y que han convertido esto en un regalo de Navidad. Y a mí, como promotor, me hace mucha ilusión.

­—¿Qué es lo que más disfruta la gente?

—En los tiempos que corren, donde todo es tan digital y va tan rápido, sentarte en un teatro y soñar durante una hora y media en familia, es una experiencia que deja un gran recuerdo. Los magos tenemos la misión de ilusionar a la gente. Estamos en una época dorada de la magia, porque la gente necesita ilusionarse.

­—Después de tantos años, ¿cómo se consigue seguir sorprendiendo?

—El mago siempre ha sido un innovador, un vanguardista. Por ejemplo, George Méliès fue el primero en utilizar el cinematógrafo en un teatro para hacer un truco de magia. Y eso se convirtió después en lo que conocemos como el cine. En la magia, la manera de seguir sorprendiendo es o haciendo números muy clásicos pero muy bien ejecutados o dar un giro; es decir, que el espectador piense que la cosa va por un lado y de repente el mago salga por el contrario.

­—Ha vuelto a «Got Talent» después de aquel truco que casi le cuesta la vida.

—A mí me enseñaron de pequeño que nunca hay que rendirse y que un fallo no es un fracaso, es el camino. Yo ya había tenido un accidente anterior con ese mismo número, estuve incluso en parada cardiorrespiratoria, a punto de morirme. Yo hago magia para ilusionar a la gente, no para ser famoso. Y mi reto cuando volví a Got Talent era superar ese miedo. Y decidí cambiar un poco mi concepto artístico. Ahora busco divertirme y hacer cosas que estén encuadradas en el siglo XXI, así que decidí jugar con la tecnología o incorporar inteligencia artificial. Me apasiona todo lo que tiene que ver con la carrera espacial o la física cuántica. Y decidí incorporar muchos de estos elementos con la idea de hacer un espectáculo que no se había hecho antes.

­—La magia tampoco escapa a las nuevas tecnologías…

—El mago es un visionario de lo imposible.