![Los cuatro protagonistas de «Machos alfa». Fernando Gil, Fele Martínez, Raúl Tejón y Gorka Otxoa](https://img.lavdg.com/sc/A_d6z7rd_ILsby4f1akqC1SCUJI=/480x/2022/12/01/00121669912202360574156/Foto/j01d2059.jpg)
Desde etiquetas en las relaciones o identidad de género, estas son algunas de las frases que nos deja la última entrega de la serie
06 feb 2025 . Actualizado a las 15:22 h.Por deconstrucción masculina entendemos cuestionar o criticar determinados comportamientos adquiridos a lo largo de la vida por el poder masculino. Y es que los hermanos Caballero han vuelto a abrir melones con la tercera temporada de Machos Alfa tratando también, entre otros temas, las etiquetas en las relaciones y la identidad de género. Tampoco han tardado en pronunciarse los que se han sentido aludidos u ofendidos con el guion. «Machos Alfa 3 es la peor serie de la historia de la humanidad. No me arrebataréis mi heterosexualidad», publicó un usuario en su cuenta. «Que igual hemos exagerado un poco con la serie y la cosa no está tan mal... 'No me arrebataréis mi heterosexualidad' me parece una gran línea de guion», respondió Alberto Caballero. Por eso, a través del humor, la ironía y de sus personajes principales —Pedro, Luis, Raúl y Santi— estas son algunas frases y conceptos que nos deja la última entrega. Atención, spoilers.
«¿Has oído hablar de la machosfera?»
Irene, el nuevo ligue de Santi, está escribiendo un libro sobre la machoesfera, que es la comunidad de misóginos de internet. Ella le explica que son hombres que interactúan a través de foros y que huyen de las mujeres por considerarlas una amenaza.
«Ella practica la anarquía romántica»
Luz es la expareja de Raúl, pero sigue manteniendo relaciones sexuales esporádicas con él. A pesar de sus intentos por volver a conquistarla, ella decide practicar la anarquía romántica, harta de que todas sus parejas le propongan matrimonio. Los vínculos sentimentales del siglo XXI no solo son blancos o negros, sino que hay gamas de grises. La anarquía romántica consiste en desmantelar todas las normas tradicionales y de jerarquías que se establecen dentro de las relaciones. Es decir, se puede tener vínculos con varias personas y que estas sean totalmente independientes.
«Primero nos quitan el Día del Padre y ahora el apellido»
Los hijos de Luis dicen en casa que ahora ya no se celebra el Día del Padre, sino el Día de la Persona Especial para evitar que los niños que no lo tengan, no se sientan desplazados. Por otro lado, Pedro va a ser padre junto a Daniela. Cuando se ponen a barajar los nombres para la criatura, lo dice en alto junto a su apellido para ver cómo suena, pero ella propone poner el suyo de primero. Todo sea porque los niños del futuro puedan tener el apellido de sus abuelas maternas.
«Papá, dile al yayo que respete mis pronombres»
Iris, la hija de Luis y Esther, dice que se siente chico y que a partir de ahora se llamará Jacobo. Ellos intentan hacerse a la idea poco a poco, pero el abuelo no lo concibe. «Niña, ayuda a recoger la mesa», le dice a la nieta. «¡Que soy un niño!», le replica ella. Un buen ejemplo de una situación cada vez más común, donde uno puede sentirse identificado con lo que quiera a pesar de que haya quien no lo entienda.
«Estás en una 'situationship'»
En español significa 'un casi algo' y es bastante común en la sociedad actual donde existe mucho miedo al compromiso. Santi, ayudado por su hija Álex, consigue ponerle nombre a la relación que tiene con Irene. Porque para él son novios, pero para ella no. «No pasa nada, vais a ritmos distintos. Tu te has 'putoflipado' y ella no», le explica a su padre. Así que si alguien se siente identificado, ya sabe qué contestar cuando le pregunten si tiene pareja.
«¿Pero el rosa no era unisex ya?»
Las fiestas de gender revel —'revelación del sexo del bebé'— son un éxito en España después de que se lo copiásemos a los americanos. Por eso, Pedro y Daniela no iban a ser menos y deciden hacer una utilizando el rosa para confirmar que es una niña. Pero en estos tiempos, cada vez se critica más que se utilice ese color si es chica, y azul, si es chico, porque los colores no tienen género.
«¿Qué tía no llora con 'Los puentes de Madison'?»
Santi quiere que Irene se abra con él y llore, pero no lo consigue. «Le puse Los puentes de Madison y no lloró. ¿Qué tía no lo hace?», le dice él a su hija. «Es que para llorar es mejor la tercera de Toy Story», le responde ella. Con toda la razón del mundo. La escena en la que Woody regala sus juguetes porque ya se ha hecho mayor entristece a cualquiera.
«Uno no sabe si dar la mano o dos besos»
En una de las escenas, Raúl se encuentra con unos conocidos en el supermercado. Acompañado de su nueva novia, el amigo le dice a ella: «Uno ya no sabe si dar la mano o dos besos». Porque por las reglas establecidas, a nosotras no se nos da la mano de primeras. Lo que sí que queda claro es que los hombres no pueden evitar saludarse con un abrazo acompañado de un par de palmaditas en la espalda. Porque un abrazo sin más, queda raro.