Beatriz Mateos Izquierdo: «Me fascinó descubrir a la primera directora de orquesta de Europa»

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Frieda Belinfante, primera mujer directora de orquesta de Europa, es rescatada por Beatriz Mateos en su novela.
Frieda Belinfante, primera mujer directora de orquesta de Europa, es rescatada por Beatriz Mateos en su novela.

Historias ficticias se entrelazan con otras reales, en una novela que rescata la memoria de Frieda Belinfante y la resistencia LGTBI en la Segunda Guerra Mundial

21 mar 2025 . Actualizado a las 12:20 h.

Dedicó su trayectoria a la enseñanza, además de crear y dirigir un variado número de espectáculos de música, danza, poesía y expresión corporal. Ahora, Beatriz Mateos Izquierdo, natural de Plasencia, pero vecina de Cáceres, da el salto a la literatura con la publicación de Cuando el sigilo acecha. Durante el proceso de documentación para la obra, que transporta al lector a los años de la Segunda Guerra Mundial, la autora se encontró con personajes reales todavía poco conocidos, como el de Frieda Belinfante, miembro de la resistencia holandesa y la primera mujer directora de una orquesta en Europa, además de pertenecer a la comunidad LGTBI.

­—Es su primer libro, ¿por qué decidió incluir en él la historia de Frieda?

—La historia central es la de Selma y su familia, pero Frieda es un personaje fundamental. En la novela hay mucha historia verídica tratada fielmente, pero también elementos ficticios. A medida que investigaba, encontraba personajes fascinantes y trataba de incorporarlos.

—¿Qué le atrajo de ella?

—Su papel es muy importante en la novela y para mí a nivel personal. Fue la primera mujer directora de orquesta en Europa. También estuvo al frente del conservatorio de Ámsterdam. En esa época, y aún hoy, había muy pocas mujeres en esos roles.

—¿Por qué cree que es un nombre todavía desconocido?

—Hay personajes históricos que todavía están por descubrir y ella es uno. Frieda surgió en un momento determinado y ella me presentó a otros personajes importantes en la novela, como a un amigo suyo, que incorporé. Igual que Frieda, él tampoco es reconocido fuera de su país. En su zona sí lo son, pero en esa época hubo muchos héroes que se han quedado ocultos. Todos los personajes de mi novela son héroes.

—¿Descubrirlos puede inspirar a las nuevas generaciones de la comunidad LGTBI?

—Siempre nos llegan las cosas a las que somos más afines. Ellos vivieron la época que les tocó y lucharon contra las injusticias. Sirven de inspiración sobre todo por su lucha de superación, algunos incluso dieron su vía por defender la libertad, no solo la de su condición sexual, ya que no diferenciaban entre el colectivo LGTBI o no. Ayudaban a todos.

—Se calcula que entre 5.000 y 15.000 homosexuales fueron prisioneros en los campos de concentración nazis. ¿Cree que la persecución a este colectivo no se ha visibilizado lo suficiente?

—Efectivamente. No solo era contra personas judías, sino contra muchas etnias y grupos, entre ellos los homosexuales. Muchos de ellos estuvieron en la resistencia y, otros, tuvieron que huir.

—La música estaba muy presente en la vida de Frieda y lo está en esta novela.

—La música forma parte de mi vida y para mí es una inspiración. He escrito la novela escuchando muchas de las obras que menciono. Era parte del libro porque hay personajes, como Frieda, que tienen que ver con la música, pero también porque en la mía ha tenido siempre un papel relevante.

—La novela transcurre en diferentes países. ¿Cómo eligió los escenarios?

—Hice un recorrido usual en aquella época de huida. Empieza en Berlín, pasa por Ámsterdam, sigue por Francia y de ahí a España, donde destaco una parte de Galicia que no voy a desvelar para que lean la obra.