El gol travieso de un saque de centro

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

Club Juventud Cambados

Perro viejo del fútbol modesto gallego, el mediapunta del Juventud Cambados Jacobo Millán sorprendió desde unos 40 metros al portero del Valladares

04 mar 2024 . Actualizado a las 18:14 h.

Campo de A Gándara, el domingo pasado. Valladares y Juventud Cambados se citan en la jornada 24 de la Liga de Preferente Autonómica Sur. En el círculo del pequeño campo de hierba sintética escenario del encuentro, los jugadores visitantes Ramón y Jacobo Millán aguardan a la señal sonora del colegiado para proceder al saque de inicio. Un par de segundos antes, con su compañero pegado al balón, a Jacobo Millán se le ve girando la cintura, en un aparente gesto postrero de calentamiento antes del inicio del partido. Acabada la rotación corporal al sonido del pitido arbitral, Jacobo corrió el par de metros que lo separaban del esférico y de un puntapié lo envió justo por debajo del centro del travesaño de la portería defendida por Troncoso. En 3 segundos, los que duró el fugaz envío aéreo, el Juventud Cambados dominaba el marcador con un gol que está haciendo las delicias de sus aficionados y de cualquiera que aprecie la hermosura plástica de una acción como la que se puede disfrutar en las cuentas en redes sociales del club arousano, bajo la frase «Quizais o gol máis madrugador dos 60 anos da historia do Juventud Cambados».

«Foi cousa do momento. Estaba Ramón para sacar e díxenlle que ía golpear eu, porque vía posibilidades. Non o pensei. Foi improvisación, golpeo e acerto. O porteiro estaba un pouco adiantado, confiei no meu golpeo e metina». Así resumía su obra al día siguiente el autor de un golazo que cogió a parte del público todavía camino de sus asientos en A Gándara y a todos los presentes, propios y extraños, completamente por sorpresa. Los más, por eso de jugar en el feudo de la víctima, llevándose las manos a la cabeza. Los menos, un grupo formado principalmente por los compañeros del gran protagonista de la acción de la jornada de la Preferente, presa del éxtasis, tras ver que 40 metros no son nada para el que a buen seguro se convertirá en el nuevo ídolo de la cantera del Juventud Cambados, al que solo un tanto del local Guisande en el 59 privó de una celebración final redonda.

Club Juventud Cambados

«Este tío está tolo»

«Foi unha loucura. Risas, incredulidade, cachondeo... Alguén dicía ‘Este tío está tolo'», cuenta Jacobo. «A quen se lle ocorre?», añade, más, cuando segundos antes de la breve clase magistral de disparo, desde la banda, el cuerpo técnico local avisaba a los suyos de lo que podía suceder conociendo a quien pisaba el círculo central del campo.

Y es que la ficha delictiva del mediapunta de Bueu guarda un buen puñado de antecedentes. «Ás veces fago algunha maldade destas. Algunha travesura destas teño feito», confiesa el propio autor de los hechos. Un allanador de porterías de altos vuelos que, con solo 19 años, en su último curso juvenil, se había atrevido a dar su primer golpe nada menos que en su estreno en Tercera División: «O máis parecido a isto que fixen antes foi o primeiro gol que metín en Terceira, na miña estrea co Alondras. Xogando no Morrazo, cando inda era de céspede natural. Era un partido contra o Narón, collín un balón un pouquiño máis adiante do centro do campo, un pouco escorado do lado esquerdo, e marquei».

De aquel primer gol hace ya unos 15 años, en los que Jacobo cree recordar algún otro tanto exprés en el primer minuto, pero ninguno tan rápido como este. Tres temporadas en Segunda B con el Compostela y el Pontevedra curtieron al delantero antes de poner su talento al servicio del Somozas, Céltiga y Estudiantil de vuelta a la Tercera, donde acabó de alcanzar ese punto de madurez que, desde hace tres años, lo convierte en perro viejo de la Preferente. Los dos primeros cursos, en el Beluso, mudándose al Juventud Cambados el verano pasado tras el descenso del club de su pueblo.

Jacobo Millán, ayer en el campo del equipo de su pueblo, el Beluso, donde antes de jugar para el Juventud Cambados había intentado sin éxito el golpeo con el que el domingo sorprendía a domicilio al Valladares
Jacobo Millán, ayer en el campo del equipo de su pueblo, el Beluso, donde antes de jugar para el Juventud Cambados había intentado sin éxito el golpeo con el que el domingo sorprendía a domicilio al Valladares Ramón Leiro

Desde su paso a la Preferente, Jacobo se había aplicado a intentar lo que finalmente consiguió el domingo a costa de la moral del portero del Valladares. «No campo do Beluso, como é tamén pequeno e sintético, tenteino varias veces, tres ou catro por temporada», apunta. «Non o vou tentar en campos grandes, onde o porteiro vai poder reaccionar, pero se colles o porteiro un pouco durmido nun campo pequeno» no va a dejar de probar, desde el punto central o desde donde vea la oportunidad, declara sin pudor.