«No podemos anunciar las próximas concentraciones porque no duermen»

FUTBOL GALLEGO

FUTGAL

A Nosa Champions, que cierra su año de debut con una jornada en Vilalba, empezó como un proyecto deportivo, pero su labor social va mucho más allá: «En vez de ser seis clubes, somos uno con 120 jugadores»

07 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer año de A Nosa Champions en el fútbol gallego se cierra con éxito. Y no precisamente deportivo, sino social. Porque esta iniciativa de reunir a clubes con equipos con personas con discapacidad ha servido para crear grandes conexiones. Este sábado 14 de junio celebra su última concentración en Vilalba. «Queremos hacer algo diferente. Tras la entrega de premios hemos preparado un juntanza entre todos. Sabemos que socializan de sobra y que es una experiencia brutal para ellos. Comeremos y, al terminar, un poco de música. Queremos un fin de fiesta para esta última concentración. Hacer algo diferente porque ellos, todo lo que no sea fútbol, también lo valoran», comenta Miguel Río, responsable del Vilalbés, equipo anfitrión en esta ocasión.

La directiva del conjunto lucense tenía sobre la mesa la idea de crear un equipo genuine. Recurrieron a un centro ocupacional de la localidad y, entre esas personas y otras que se fueron apuntando, el proyecto salió adelante. «Entrenamos todas las semanas y habíamos tenido algún amistoso antes de que se crease A Nosa Champions. Fuimos matando el año, pero demandábamos a la federación gallega hacer una competición y que los jugadores estuviesen federados y con seguro», añade Río. El resto ya es historia. Porque desde el primer día forman parte de los seis equipos que integran lo que, esperan, sea a medio plazo una liga de federación.

Tras meses de trabajo poseen un equipo con 24 jugadores. «Para nosotros es fútbol, lo que mamamos desde siempre; pero para ellos es algo extraordinario, una salida, conocer a más gente...», comenta Río. Desde el club lucense apuntan que este equipo es uno de los más especiales e importantes: «Como labor social, es mucho mayor. Otras personas pueden jugar si quieren, pero a estas... o se hace esto o no tienen muchas más salidas».

«Les ves detalles que, ni por asomo, se los ves a otros. Por otras experiencias, cuando varios equipos se concentran en un torneo los jugadores no se mezclan. Pero si vamos con gente del genuine... Si hay 20 en cada equipo, y son un total de seis clubes, termina siendo un equipo de 120. Están juntos, bailan juntos, hablan entre ellos juntos, socializan juntos, etc. Sin conocer a las otras personas de nada. Son súper agradecidos y cariñosos, nunca les ves un mal detalle, nos enseñan muchas cosas», añade Río antes de destacar el compañerismo que tienen: «Hay algún jugador que se enfada si no marca, y el resto del equipo busca que él marque».

La pasión por el fútbol y las ansias con la que esperan cada torneo es enorme. «No publicamos en redes que tenemos un amistoso o una concentración. Las personas que trabajan en el centro ocupacional nos piden que no avisemos porque hay algunos que no duermen durante esa semana. Incluso el padre de un chico que no tiene redes sociales nos pide que no le digamos nada. Le despiertan y le dicen que se van a, por ejemplo, Santiago a jugar con el Vilalbés. Si se lo dicen antes no duerme de los nervios y la euforia que tiene por jugar. Para nosotros lo que es un mero entrenamiento o un partido, para ellos es nervios y llorar de emoción», subraya Río.

«Un rapaz doume as grazas porque, por fin, ía a poder xogar ao fútbol»

El Vilalbés no fue el único equipo en echarse la manta a la cabeza y formar un equipo genuine. El Calo no se lo pensó dos veces. «Creamos o equipo para devolverlle á sociedade o que nos da a nós o fútbol. Por que xente cunha discapacidade non pode xogar ó fútbol?», se preguntó el coordinador del club, Manuel Buján.

Un día les llegó un mail de la RFGF proponiéndoles participar en esta nueva iniciativa y el Calo quiso hacerla realidad. «Comezamos a movelo. Somos o único nesta liga sen ter unha estrutura profesional. Para nós este equipo é a auténtica xoia da coroa. Ver as gradas cheas de nenos vendo que todo o mundo pode xogar ao fútbol, independentemente das características que teñan, creemos que é unha lección de vida para a nosa canteira», comenta Buján.

Para comenzar este proyecto querían ir de la mano con una asociación especializada. Tocaron la primera puerta. Negativo. «Marchei chafado». Hasta que la llegada de Juan lo cambió todo. «Chamáronme dicindo que había un rapaz que quería falar comigo porque estaba interesado. Era Juan, que agora é o capitán. Foi chegar ás instalacións do club e todo eran abrazos e darme as grazas. Estaba agradecido porque, por fin, podería xogar ao fútbol. Cheguei a casa pensando que había que facelo, había que formar o equipo», recuerda Buján. Continuó buscando asociaciones hasta que Aspas le abrió la puerta. A partir de ahí, todo fue rodado. Comenzó a sumarse gente hasta que, de uno, pasaron a 31 jugadores. «Pero é duro, porque ese dato significa que na comarca non hai nada. Oxalá que para o ano podamos ser máis equipos», añade.

Su ilusión e implicación es innegable. Muestra de ello es que organizaron la primera concentración de A Nosa Champions. «Foi un éxito rotundo. Somos un club que move moitos nenos, pero no un que busque o rédito deportivo. Buscamos que estean implicados, que veñan a ver o Genuine. O campo estaba cheo como un día dun partido importante», rememora. «As familias están agradecidas. Temos un que ven desde lonxe e adestra un día á semana. O fan porque ata agora o seu fillo non podía xogar ao fútbol. E nós dicimos, obxectivo conseguido», expone Buján.

Desde el Calo desean que esta iniciativa tenga continuidad, que más equipos de la zona se sumen y, así, poder crear una liga. Mientras tanto, seguirán creando nuevos proyectos vinculados a este conjunto: «Queremos que todos los equipos do club adestren un día con Genuine e, ademais, temos a intención de organizar un torneo interno para que xoguen mesturados. Creemos que a integración debe ser total».