
Luz Rodríguez, víctima de la quiebra de Viriato, ha creado su propia firma de moda infantil y fiesta: Vestidiños
01 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La vegetación tarda años en crecer después de un incendio. Y la crisis del textil de Ordes tuvo la intensidad de un fuego devastador, que se llevó por delante 120 puestos de trabajo directos en Viriato y otros tantos en el cierre de los talleres auxiliares, la gran mayoría empleo femenino. También cayó Confecciones Deus. Demasiado castigo para una zona de vocación agroganadera, con decenas de hogares que vieron cómo caían sus ingresos, una crisis que arrastró gravemente al comercio y a los servicios de la zona. Años después, en esa tierra quemada, empiezan a asomar algunos brotes.
Uno de ellos está en una parroquia de Frades, donde vive Luz Rodríguez, que ha montado en el bajo de su casa el pequeño taller textil de su nueva empresa, que se llama Vestidiños, una firma de moda dedicada, sobre todo, a las prendas infantiles y de fiesta. Esta mujer de 39 años, con una hija pequeña y casada con un transportista, decidió emprender desde su hogar y aprovechar el conocimiento que había adquirido como trabajadora por cuenta ajena. Fue una de las víctimas de la quiebra de Viriato.
De allí salió en enero del 2017 y se fue al paro. Agotada la prestación decidió dar el paso y emprender. Algunas de sus compañeras se colocaron en la hostelería y el comercio, pero otras no volvieron a trabajar.
«A xente estaba moi queimada do traballo no sector, e preferiron recolocarse noutras actividades», explica esta mujer. Luz Rodríguez fue una de las beneficiadas del programa Galitex, una iniciativa de la Xunta financiada con fondos europeos dirigida a la reinserción laboral de las personas afectadas por la crisis del textil de Ordes. Luz fue la única que emprendió.
Respaldo público
En esa decisión influyó de forma decisiva la maternidad, porque la creación del negocio desde casa le permitía atender mejor a su hija. «Recibín unha axuda do Igape de oito mil euros para poder arrancar», precisa esta joven, que tiene en su taller un conjunto de vestidos y de prendas infantiles, en las que prima el diseño propio y la elaboración con tejidos de alta calidad. La empresa se constituyó el pasado mes de julio.
«O principal traballo no que estou agora é darme a coñecer; estou facendo xa algunhas cousas, como unha colección de comunión, pero quero ter unha páxina web propia e divulgar o traballo nas redes; xa estou tamén en Facebook», explica esta empresaria. De su corta experiencia como emprendedora, lo más descorazonador para ella ha sido todo el tiempo invertido en trámites burocráticos para constituir el negocio.
Luz Rodríguez considera que hay un nicho de negocio en moda infantil y en el diseño de arras y de vestidos de fiesta, en un estilo que se aleje un poco de lo que se venía ofreciendo. Su objetivo es ganar clientela en la zona de Ordes y de Compostela, y luego ir creciendo para vender en otras zonas de Galicia, ir ganando tamaño poco a poco, sin grandes pretensiones.
Nuevos medios
En el taller de su casa ha incorporado varias máquinas de última generación, industriales, para confeccionar las prendas que diseña con la máxima calidad. Su formación y experiencia le permiten desarrollar un proceso creativo que empieza en el boceto y dibujo inicial y continúa con la elección de los tejidos más adecuados para concluir con una confección delicada de la prenda, a la medida del cliente, y aplicando las últimas técnicas. «
Eu doulle moita importancia ao asesoramento persoal, ao trato preto, para acadar deseños propios e personalizados e facer prendas únicas e especiais», explica esta joven.
Vestidiños también ofrece un servicio rápido y eficaz de arreglos de todo tipo de prendas de vestir de caballero, señora o niño, con un horario de atención al público hasta las diez de la noche y un compromiso de acabar con el trabajo en 48 horas.
«Facer un vestido de comunión leva bastante tempo; o prezo varía moito dependendo da tela que se utilice, pero en todas elas, de festa ou moda infantil, busco sempre facer cousas distintas, innovando e con deseño propio, cousas que non haxa no mercado», explica Luz desde el taller de su casa.
Empleabilidad
Al igual que esta joven, en el programa Galitex participaron 136 personas de forma activa, de las que 61 se encuentran trabajando. Es decir, el 45 %. La gran mayoría de ellas, siete de cada diez, están ocupadas en actividades diferentes al textil, como servicios de limpieza y lavandería, panadería y comercio, y ramas sociosanitarias e industriales.
Los datos de esta iniciativa de reinserción laboral para contrarrestar la crisis del textil de la comarca muestran que el 90 % de los participantes eran mujeres, la gran mayoría del Concello de Ordes, y con edades por encima de los 40 años. Casi la mitad tenían solo estudios primarios o de EGB, lo que dificultaba enormemente su empleabilidad.