El veto de los bancos echa por tierra la última oferta para reflotar la histórica Emesa
LA GALICIA ECONÓMICA

Las entidades financieras, a las que la siderúrgica de Coirós debía 7 millones de euros, tumbaron la única propuesta que pujó en la subasta convocada por el administrador concursal en noviembre
11 dic 2020 . Actualizado a las 16:32 h.«Ahora solo va a quedar el achatarramiento de una empresa emblemática con mas de 60 años de historia». Con indisimulada amargura despide un portavoz de los trabajadores de Emesa la única tabla de salvación que agarraba la plantilla para mantener la unidad de producción de la siderúrgica de Coirós, subastada en el mes de noviembre. La oferta que presentó la compostelana Estructuras Lago, única firma que acudió a la puja, encontró finalmente el veto de una parte de las entidades financieras con las que la concursada había suscrito la hipoteca sobre el suelo y los 40.000 metros de naves y a las que adeuda alrededor de 7 millones de euros.
Lago ofrecía la recolocación inmediata de 18 trabajadores, de los 85 que conforman la plantilla, bolsa de empleo en condiciones preferentes para los operarios restantes, y 2,7 millones de euros por las naves, la maquinaria y la parcela de 100.000 metros cuadrados. No fue suficiente. El administrador concursal, que una vez cerrado el plazo de la subasta mostró su disposición a hacer prevalecer la viabilidad de Emesa y las garantías de empleo sobre el importe que eventualmente pudieran ofrecer por los bienes, ya ha avanzado a los trabajadores que está revisando las indemnizaciones y completando la documentación para que la plantilla, en ERTE desde principios de año, pueda estar dada de alta en el SEPE en los próximos días.
El cierre motivó este jueves la reacción del BNG, que en febrero promovió una iniciativa en el Parlamento en la que apremiaba a la Xunta a intervenir para salvar la siderúrgica, que en los últimos años recibió 4 millones de euros en ayudas públicas. «Trátase dun exemplo máis do fracaso da política industrial dunha década do PP na Xunta que nos deixa menos emprego, menos industria e polo tanto máis desemprego e máis pobrezae», explicó Cristina López.