Un petrolero a la deriva amenaza Galicia con otra gran marea negra
El 13 de noviembre del 2002, en medio de un gran temporal, la amenaza se cernía sobre Galicia: un buque con bandera de Bahamas lanzaba un SOS a solo 50 kilómetros de Fisterra. En su interior, 77.000 toneladas de fuel. El que sería el mayor desastre ecológico de España acababa solo de comenzar
La sombra de destrucción de la marea negra amenaza de nuevo las costas gallegas. Una vía de agua en el costado de estribor del petrolero de las Bahamas Prestige puso ayer de nuevo en estado de máxima alerta a los equipos de Salvamento Marítimo.
La carga podría llegar al litoral gallego si los tanques revientan tras el hundimiento El buque, que lanzó el SOS a las 15.15 horas a sólo 28 millas (50 kilómetros) al oeste del cabo Fisterra, amenaza con irse a pique en cualquier momento con las 77.000 toneladas de fuel que lleva en sus tanques. La carga podría llegar al litoral gallego si los tanques revientan tras el hundimiento, hipótesis que ha cobrado peso con el paso de las horas. El grueso de la tripulación, 24 de los 27 marineros, fueron rescatados apenas una hora después del aviso y trasladados en helicóptero a los aeropuertos de A Coruña y Vigo.
El capitán, el primer oficial y el jefe de máquinas se quedaron a bordo para supervisar el rescate. No obstante, fuentes de Marina Mercante confirmaron que el máximo responsable del buque, el griego Apostolos Magouras, se negó durante horas a permitir la operación de remolque (se supone que debido a su elevado coste económico), con lo que dificultó notablemente el objetivo de llevar el petrolero lejos de las costas gallegas. Esta decisión de alejar la nave se adoptó tras detectar que existen elevadas posibilidades deque el Prestige se hunda. Estas fuentes señalaron incluso que las autoridades llegaron a amenazar al capitán con mandar una patrullera de la Guardia Civil para que aceptase abandonar la embarcación.
El Prestige ha dejado ya un aviso de lo que puede provocar: una estela de fuel de cinco millas de largo La inclinación de la nave, que osciló durante todo el día entre 40 y 50 grados, y las malas condiciones meteorológicas, con vientos de fuerza 8 (de 60 a 74 kilómetros por hora) y olas de cinco y seis metros, dificultan las tareas de los remolcadores, que tratan de distanciar el petrolero de la costa gallega. El objetivo es llevarlo lo más lejos posible ante la evidencia de que antes o después se hundirá, una opinión compartida por varios capitanes tras conocer la situación del barco. Lo que sí es cierto es que el Prestige ha dejado ya un aviso de lo que puede provocar: una estela de fuel de cinco millas de largo y 300 metros de ancho a menos de 30 millas de Fisterra.
«Enganchar el petrolero
El peligro de la marea negra se acentuó a medida que fue avanzando la tarde y el tiempo no amainaba. A las doce de la noche, nueve horas después de que la tripulación escuchase un ruidoso golpe en uno de los costados, el remolcador Ría de Vigo trataba sin éxito de enganchar el petrolero, fabricado en Japón en 1976, para alejarlo de las costas gallegas. En ese momento, la mancha de fuel era ya notable, aunque Salvamento Marítimo no tenía claro si el combustible procedía de los motores del barco o de una fuga en uno de los tanques. Otros tres remolcadores, el Ibaizabal I, el Sertosa 32 y el Chiruca Silveira, navegaban a toda máquina a esa hora hacia el petrolero con la intención de colaborar en el rescate. El segundo barco, el de mayor potencia, tuvo que regresar a puerto a mitad de trayecto debido a problemas en las máquinas.
La intención de Salvamento es alejar el buque a una distancia de unos cien kilómetros, algo «que todavía no está claro si se va a conseguir», y a partir de ahí valorar posibles alternativas. Una de ellas, la más compleja, sería realizar un trasbordo de las 77.000 toneladas de fuel (un producto tan contaminante como el crudo) a otro petrolero,aunque no está claro si esta maniobra es técnicamente posible en las actuales circunstancias —el barco está demasiado escorado en estos momentos— y con unas condiciones climatológicas tan adversas.
Parte meteorológico
Por si fuera poco, el parte meteorológico para los dos próximos días podría resultar nefasto para Galicia si finalmente los tanques del Prestige revientan. Y es que el Instituto Nacional de Meteorología ha pronosticado vientos de oeste-noroeste para hoy y mañana que, en el caso de una marea negra, trasladarían el fuel a las costas del norte de la comunidad, las más afectadas en el peor de los casos planteados.
los primeros indicios de la marea negra
Una mancha de fuel de nueve kilómetros rodea el buque
Una mancha de cinco millas de largo (casi diez kilómetros) y 300 metros de ancho. «Este pode ser o primeiro aviso do que nos espera». Con esa contundencia se expresaba pasadas las once de la noche un miembro del equipo de Salvamento Marítimo que estaba siguiendo de cerca el rescate del Prestige. A esa hora, la única certeza que tenían en la base de Fisterra era que el petrolero perdía fuel a un ritmo importante. Faltaba por aclarar lo más importante: si el combustible procede de los motores o de una fisura en uno de los tanques.
Esta incertidumbre obligó a Salvamento Marítimo a poner en marcha un plan de emergencia contra los vertidos de hidrocarburos que incluía el despliegue de unas barreras especiales.
«Este pode ser o primeiro aviso do que nos espera»
Expertos consultados por La Voz señalaron desde el primer momento que, en unas condiciones de mar como las que había ayer, la eficacia de estos obstáculos «sería muy limitada». Mientras, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha abierto ya una investigación para tratar de aclarar las causas del suceso y depurar las responsabilidades que se deriven del mismo. El Gobierno se ha puesto en contacto con diversos países relacionados con el petrolero, que procedía del puerto letón de Rega, y con el Reino Unido, puesto que Gibraltar era su destino. Asimismo, la embajada española en Jamaica ha iniciado contactos con las Bahamas, dondeestá abanderado el buque.
Por su parte, la Abogacía General del Estado ha recibido los primeros datos para preparar las reclamaciones jurídicas que sean procedentes y exigir responsabilidades derivadas de daños ecológicos.
Mensaje de tranquilidad
El armador del Prestige intentó lanzar por la noche un mensaje de tranquilidad y aseguró que la situación del buque era «estable.
Tengo noticias porque estoy en contacto con el capitán en todo momento». Lo cierto es que las palabras del propietario del barco, un empresario griego, contrastaban con los mensajes de Salvamento Marítimo:
el Ría de Vigo no conseguía enganchar la nave debido al oleaje y las opciones de remolcarlo se difuminaban con el paso de los minutos.
Presentación interactiva: Gladys Vázquez / María Pedreda
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