Cirugía sin bisturí con el doctor Dray

gloria salgado MADRID / COLPISA

GENTE

El francés es el referente actual en el mundo de la belleza, con la naturalidad como premisa

19 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Delicado y hábil como un maestro relojero, el francés Simon Dray es el referente actual en el mundo de la belleza. Con la naturalidad como premisa, el secreto de su éxito radica en lograr que a sus pacientes les digan «qué bien te veo», en lugar de «¿qué te has hecho?». Tras casi 18 años al frente de la Clínica Francesa, con sedes en París, Londres, Madrid y Barcelona, el exgerontólogo debe su fama internacional a un protocolo de procedimientos destinados a lograr un lifting sin bisturí.

Hermético por naturaleza, Simon Dray se niega tajantemente a revelar el nombre de sus clientes famosos, aunque nos crucemos con más de uno por los pasillos de su exclusiva clínica madrileña, situada en la milla de oro de la capital, a la que acuden desde personajes del papel cuché a políticos, pasando por distinguidos miembros de la realeza.

Es un secreto a voces que la exvedete Norma Duval, la televisiva Carmen Lomana o la que fue primera dama francesa, Carla Bruni, le confían el mantenimiento de su rostro.

Asegura con rotundidad que la mujer de Sarkozy, para la que no escatima halagos, «es fantástica, simpática y con un corazón enorme, como su marido», aunque no oculta su tristeza al ser interrogado por el rostro tan artificial que luce en la actualidad. «Me da pena, no es su cara, siempre se ha mantenido perfecta», asegura apenado Dray, que fue sustituido en el cuidado del cutis de la exmodelo por un médico de Milán que se excedió al ponerle pómulos.

Sus tratamientos son también demandados por diputados españoles de todo signo político, que se agolpan en su sala de espera entre quince y veinte días antes de unas elecciones. En ocasiones le toca subsanar los errores ajenos: hace un mes una mujer conocida acudió a su consulta con los labios inflamados para rogar a Dray que pusiese remedio al desastre.

Se dice, se comenta, se rumorea que su cartera de famosos también la engrosan miembros de la familia real saudí, adicta a los tratamientos de belleza más exclusivos.

A las dos de la madrugada

«La gente no es tonta, sabe que los famosos se hacen tratamientos aunque lo nieguen», asegura Dray, a cuya consulta acudió hace dos semanas una cantante muy famosa ataviada con una peluca negra para no ser reconocida. Sin embargo, se marchó tan entusiasmada con el resultado obtenido que decidió salir a cara descubierta al terminar la sesión. No todas las celebridades se liberan de ese modo tras pasar por las manos del doctor. La gran mayoría acuden a deshora para no ser vistas, llegando a pedir, sin éxito, ser atendidas a las dos de la madrugada.

Visiblemente molesto cuando es preguntado sobre los nombres que aparecen en su agenda, insiste en que para él todos sus pacientes son igual de importantes: «Cualquier mujer que pase el umbral de mi puerta es tratada como una princesa».