La nueva sonrisa de Charlene, una princesa sola y protegida

martin bastos

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Charlene y Alberto, en el último gran premio de Mónaco. Europa Press
Charlene y Alberto, en el último gran premio de Mónaco. Europa Press AFP7 vía Europa Press | EUROPA PRESS

Una revista alemana subraya el aislamiento de la primera dama de Mónaco, pese a que esta muestra un rostro más alegre en sus apariciones recientes

14 jun 2024 . Actualizado a las 08:30 h.

Ahora que todo el mundo tiene su propia docuserie, el príncipe Alberto de Mónaco también protagonizará la suya. Los hijos del principado de Mónaco: esplendor y drama es el título de una producción que se podrá ver el próximo mes de agosto en el canal alemán ZDF, pero algunos ya han podido ver un adelanto. Lo suficiente para saber que el hijo de Rainiero y Grace Kelly no encuentra nada fácil la labor que le ha tocado desempeñar, como informa Colpisa. El jefe de los Grimaldi habla de cómo a muy corta edad se dio cuenta de que «era diferente» por el papel que le corresponde. «Tuve que aprender muy joven lo que se esperaba de mí. No es fácil afrontarlo. Es difícil aparecer en público y dar discursos», relata. Igual que sus padres hicieron con él, buscando una vida sin mucha exposición pública, el príncipe asegura que tiene en cuenta todos esos aspectos a la hora de criar a sus hijos más pequeños, Jaques y Gabriela, que tienen nueve años. «Nuestros hijos son todavía muy pequeños y quiero que crezcan con la mayor normalidad posible. Al igual que mis padres hicieron conmigo y con mis hermanos. Cuando éramos pequeños, nuestra vida familiar era lo más normal posible. Pasábamos el mayor tiempo posible juntos y disfrutábamos de nuestra privacidad y de los viajes familiares», recuerda. 

Lo que más sorprende es que en el avance no hay ninguna referencia a su mujer, la princesa Charlene, un asunto muy misterioso desde el momento de su boda y especialmente polémico desde que ella estuvo recluida y sin poder salir de Sudáfrica durante meses, lejos de su marido y de sus hijos, presuntamente por una infección de oídos. Cuando por fin pudo regresar a Mónaco tuvo que aislarse de nuevo en una clínica suiza y retirarse de la vida pública por agotamiento y problemas emocionales de los que nunca se han dado detalles. En los últimos días, se pudo ver a la exnadadora en el palco del Gran Premio de Mónaco radiante y esbozando una sonrisa por primera vez en mucho tiempo. Incluso asistió a la cena de gala, en la que ella, de rojo y él, con pajarita a juego, posaron cogidos del brazo. En una entrevista reciente a Paris Match, el príncipe Alberto defendía que su esposa «ya está bien», aunque afectada y entristecida por algunas cosas que se publicaron sobre ellos.

La revista alemana Bunte subrayaba recientemente la soledad de la princesa. «Está rodeada de gente, tiene sus propios trabajadores a su servicio, pero está completamente sola y, en gran medida, muy protegida», apuntaba.