Los príncipes de Gales no acuden al encuentro familiar en Windsor para descansar con sus hijos en su casa de campo en Norfolk
20 abr 2025 . Actualizado a las 18:52 h.La familia real británica tiene marcada la línea que separa los actos privados de los actos protocolarios. Este domingo, la misa de Pascua celebrada en el castillo de Windsor era un evento de carácter familiar y por eso se produjeron llamativas presencias y ausencias a las puertas de la capilla de San Jorge. Los reyes Carlos y Camila, conjuntados de azul, encabezaron la comitiva de la realeza, pero a su lado no estuvieron los príncipes de Gales. Guillermo y Catalina ya avisaron hace tiempo de que, después de la enfermedad padecida por ella, su orden de prioridades ha sufrido una transformación. Es por eso que estas vacaciones de Semana Santa las han pasado con sus hijos en su residencia de campo en Norfolk y no interrumpieron su descanso para asistir a la iglesia en familia este domingo.
Quienes sí estuvieron, en cambio, fueron el príncipe Andrés y su exmujer, Sarah Ferguson, acompañados por sus dos hijas, Beatriz y Eugenia, y los maridos de estas. Aunque el segundo hijo de Isabel II ha sido oficialmente apartado de su papel en la monarquía por sus vínculos con la red de abusos sexuales de Jeffrey Epstein y más alejado todavía en los últimos meses al destaparse sus presuntos lazos con un espía chino en el Reino Unido, al tratarse de una celebración familiar Carlos III le ha hecho un hueco a su lado. También asistieron el resto de los hermanos del rey: la princesa Ana, con su marido, el vicealmirante Tim Laurence, y el príncipe Eduardo, acompañado por su mujer, Sofía de Edimburgo, y el hijo de ambos, James, conde de Wessex.