Seis organizaciones sociales rompen con Sarah Ferguson tras calificar a Jeffrey Epstein como «amigo incondicional»
GENTE

La duquesa de York escribió una carta al empresario condenado por pedofilia para disculparse por haber renegado de él en una entrevista
24 sep 2025 . Actualizado a las 17:05 h.Seis organizaciones benéficas británicas han roto lazos con Sarah Ferguson tras hacerse público un correo electrónico que la duquesa de York envió en el 2011 a Jeffrey Epstein, el financiero estadounidense condenado por solicitar prostitución a menores y hallado muerto en prisión en el 2019 mientras esperaba juicio por tráfico sexual.
El escándalo estalló después de que el diario The Sun publicara el mensaje, en el que Ferguson se disculpaba con Epstein por haber renegado de él en una entrevista, llegando a calificarlo como «amigo incondicional, generoso y supremo para mí y mi familia». El correo, fechado el 26 de abril del 2011, contradecía las declaraciones que la duquesa de York había hecho apenas un mes antes al Evening Standard, donde aseguró que «jamás volvería a tener nada que ver» con el magnate tras reconocer que había aceptado 15.000 libras (unos 17.000 euros) de él, un dinero que pensaba devolver a la mayor brevedad. «Detesto la pedofilia y cualquier tipo de abuso sexual infantil, y sé que fue un error de juicio gigantesco por mi parte. Estoy tan arrepentida que no puedo expresarlo con palabras. En cuanto pueda, devolveré el dinero y no volveré a tener nada que ver con Jeffrey Epstein», afirmó.
Sin embargo, en su correo electrónico, Ferguson se desdice y se justifica ante su «amigo» asegurando que había actuado «dominada por el miedo». «Sé que te sientes terriblemente decepcionado por lo que te dijeron o leíste y debo disculparme humildemente contigo», le expresa, al tiempo que se excusa: «Me aconsejaron que no tuviera nada que ver contigo, ni hablara ni te escribiera, porque causaría más problemas al duque y a mí misma. Estaba destrozada y perdida».
La revelación ha provocado un efecto inmediato en el ámbito social británico. Julia's House, que gestiona hospicios infantiles, fue la primera en anunciar el pasado lunes que retiraba a Ferguson de su patronato, afirmando que «no sería apropiado» mantener su vínculo. Como piezas de dominó, a esta decisión se han ido sumando una tras otra cinco entidades más: la Natasha Allergy Research Foundation, la organización contra el cáncer de mama Prevent Breast Cancer, la Teenage Cancer Trust, con quien la exmujer del príncipe Andrés ha colaborado durante 35 años, la Children's Literacy Charity y la British Heart Foundation. Todas han agradecido «el apoyo prestado en el pasado», pero han subrayado que la relación quedaba cancelada a raíz de conocerse su mensaje.
Epstein había sido condenado en el 2008 en Florida por solicitar prostitución a menores y cumplió 13 meses de cárcel tras alcanzar un polémico acuerdo judicial que años después costó el puesto como secretario de Trabajo de la administración encabezada por Donald Trump a Alexander Acosta, por aquel entonces, Fiscal Federal de Florida. En juliol de 2019, fue detenido de nuevo acusado de liderar una red de tráfico sexual de menores en Estados Unidos. Un mes después apareció muerto en su celda de Manhattan, caso que quedó cerrado después de que la investigación oficial determinase que había sido un suicidio.
Un portavoz de Ferguson ha intentado justificar el mensaje argumentado que lo hizo «para apaciguar las amenazas de Epstein, que había insinuado acciones legales contra la duquesa por difamación». En este sentido, ha añadido que la duquesa «expresó públicamente su arrepentimiento por haberse relacionado con él y no se retracta de su condena a su conducta».
La publicación del correo electrónico ha reavivado la polémica por la proximidad de Sarah Ferguson y del príncipe Andrés a Epstein que ya provocó la reina Isabel II retirara a su hijo de la vida pública y le quitara todos sus títulos militares honoríficos y el tratamiento de Su Alteza Real en el ámbito oficial. Ahora, es el rey Carlos III quien se ve presionado para prohibir que los duques de York asistan a los eventos familiares privados.