El creador de contenido Jorge Amor viaja a Marruecos y encuentra en su hotel toallas de centros sanitarios españoles
GENTE
En el cuarto de baño una de las piezas tiene la serigrafía de la Junta de Andalucía y otra de ellas corresponde al Servicio Extremeño de Salud
01 oct 2025 . Actualizado a las 11:14 h.Con 2,3 millones de seguidores en TikTok y más de 800.000 en Instagram, el influencer Jorge Amor, un joven madrileño de Las Rozas de 30 años, comparte en las redes sociales simpáticos vídeos de humor. Pequeños sketches para que quienes los vean simplemente se entretengan un rato. Sin embargo, en uno de sus últimos contenidos creados, ni siquiera tuvo que echar mano de su ingenio o de chistes guionizados para despertar el interés del público. En una reciente story simplemente estaba mostrando el modesto hotel en el que se alojaba durante un viaje «en medio de Marruecos».
La «sorpresa», como él mismo la define, se produce en el cuarto de baño. «Mirad qué cosa más curiosa. ¡Mirad de dónde son las toallas!», exclama pidiendo al amigo con el que se ha desplazado al país africano que le ayude a desplegarlas. Una de ellas tiene la serigrafía de la Junta de Andalucía, con una forma idéntica a las que llevan años empleándose en el Servicio Andaluz de Salud. «Pero es que tenemos también de Navalmoral de la Mata», dice Jesús, el colega de Jorge, mientras en el vídeo se ve otra pieza similar pero que pertenecería a un Área Sanitaria en este caso del Servicio Extremeño de Salud. «Yo me quedo muerto, y todas las toallas del hotel son así», apostillan.
En el texto que el influencer sobreimpresiona a las imágenes cita, tomándoselo a risa, a quienes se supone que son los legítimos propietarios de las toallas: «Si habéis notado últimamente que os faltan toallas, ya sabéis donde están».
En las últimas horas, a raíz de lo popular que se ha hecho este momento, el corresponsal de La Razón y Onda Cero en el África subsahariana, Alfonso Masoliver, también publicaba, en este caso a través de la red social X una imagen de otro alojamiento que él mismo visitó, en este caso en Togo. Las sábanas de la cama de la habitación eran del Servicio Vasco de Salud. Masoliver se refiere a este tema como «la punta del iceberg del material médico donado».